viernes, 22 de septiembre de 2017

Una de cal y otra de arena

Me he tomado esta semana de relax con el blog.

Han sido las fiestas de nuestro pueblo, hemos estado de feria y encierros, de títeres y fuegos artificiales, de tardes con los peques y días en familia.

Pero también han sido unos días complicados con Unai.

Ha estado muy molesto, con muchos gases, llorando mucho y haciendo unas tomas muy ansiado.

Ha tenido momentos en que, hiciéramos lo que hiciéramos, no había manera de calmarle.

Ni pecho, ni brazos, ni ruidos blancos.

Hemos intentado ponerle chupete, a ver si con la succión se calmaba, pero con sus arcadas ha venido a decirme que me lo ponga yo.

Ni dándole la teta tumbada en la cama, algo que con Delfinete era infalible.

A veces me funcionaba ponerle en la bandolera y darle el pecho, paseo para arriba paseo para abajo por el pasillo ... ¡Ay bendito porteo!

Lo que mejor me ha funcionado ha sido darme una duchita de agua calentita con el, piel con piel, abrazaditos, para que se calmara. Después envueltos en la toalla, nos tumbábamos en la cama muy pegaditos , en plan placaje, haciéndole una bolita.

A veces en esa postura mamaba, otras, del berrinche que tenía se quedaba frito.

En fin ... que probando y probando, encontraba la manera de calmarle después de un ataque de llanto desconsolado suyo y alguna tarde mío también.

¿Qué tendrá el llanto del bebé que despierta algo en el cerebro del adulto?

A mi me despierta varias emociones y sentimientos. 

Desde la pena, pasando por el enfado, la desesperación o la frustración. Y por último el alivio.

Desde luego cuando un bebé llora es porque le sucede algo. Ya puede ser hambre, que no se pueda dormir y esté muerto de sueño, que tenga frío o calor, que esté incómodo por algo, que tenga gases y le duela la tripa, que tenga el pañal sucio o simplemente pero muy habitual y necesario, que quiera estar en brazos.

El llanto es la manera que tienen los bebés de comunicarse. Una vez que entendemos esto, parece que es más fácil entenderles.

Aunque el rato que tienen de llanto, creemos que hemos cubierto todas sus necesidades pero no se calma y sigue llorando es horrible. 

Entonces aparecen las inseguridades y empiezas a tocarle los deditos de las manos y de los pies... por si le dolieran. Y le pones el termómetro por si tuvieras fiebre. O leno quitas la ropa por si fuera calor. Todo por si acaso porque en realidad no sabes muy bien qué le pasa. O es una mezcla de varias cosas. 

A todo esto se le suma que Delfín padre ha estado trabajando de tarde y ha sido difícil. 

Menos mal que ahí estaba mi SANTA MADRE para ayudarme en todo. 

No se que haría sin ella muchas veces, aunque como bien me dice,no me quedaría otra y lo haría. 

Tener a dos peques tan seguidos, es muy intenso durante los primeros meses. 

Hay días buenos y otros no tanto...

Algunos ratos, cuando Delfinete está mas cansado, Unai no deja de llorar y mi paciencia se ha fugado viendo el panorama pues lo paso mal. 

Luego, ya pasado el momento, me relajo y pienso que pronto llegará el día en que no dependan tanto de nosotros.

Además este mes se me está haciendo largo. Estoy durmiendo muy poco, descansando menos y creo que el hecho de no tener la menstruación influye. (Dar el pecho puede retrasar la baja de la regla, con Delfinete me bajó casi al año de dar a luz). 

La lactancia con Unai me está dando dificultades. En cuanto evolucionemos un poco mas escribiré sobre ello. 

Como digo siempre, qué importante es estar informada para poder elegir y poder solventar las dificultades. 

Por otro lado estoy empezando a ver como será la relación entre mis dos peques, y tengo muuuuchas ganas de verlos en acción juntos. Promete. 

Ayer en pleno berrinche de Unai, Delfinete apareció con un juguete y consiguió calmarle haciéndole reír. 😍

Desde el principio ha sido consciente de que cuando llora Unai hay que calmarlo y en cuanto empieza, nos avisa e intenta consolarle. Lo hace con mucho cariño, le habla bajito y le dice que le quiere mucho. Es precioso.

Me ha sorprendido mucho que cuando le he pedido ayuda y me ve agobiada con Unai, ha respondido genial.

No voy a negar que hay momentos en los que me quiero ir, luego están los ratos en los que los dos se ponen a llorar, Delfinete está de rabieta, se cuela algún mordisco ... pero prefiero quedarme con los buenos momentos. Jeje

Además la próxima semana comienzo la formación en Asesora de Lactancia con Edulacta, algo que llevaba varios meses posponiendo y que por fin lo voy a hacer.

Y algo muy importante, estamos volviendo a encontrar ese ratito para nosotros como pareja. Ese ratito de dejar de ser papá y mamá y concentrarnos solo en nosotros. Ya digo que es un ratito porque como mucho dura un capítulo de la serie de Vikings jaja .

Así que, una de cal y otra de arena.

Momentos buenos y momentos menos buenos que dentro de muy poco pasarán ya sea para echarlos de menos o para celebrar que han pasado...


😋 Feliz finde

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