jueves, 30 de noviembre de 2017

Seis meses Unai

Y ya son seis meses juntos mi vida.

Que llegaste de improviso, un poquito antes de lo previsto y por un parto más rápido que el de tu hermano, pero también inducido, con la bolsa fisurada, medicalizado y sin ganas de salir porque no era tu momento.

Pero pasó pronto y te recibí con un: ¡ya estás aquí mi niño!. Y me quedo con ese primer abrazo, ese olor tan dulce, a recién nacido. Ese piel con piel tan calentito y pegajoso. Y esas largas horas en el paritorio porque no nos daban habitación, que no importó la espera porque fue nuestro momento. Y aunque dolorida y cansada, estaba feliz de tenerte ya conmigo.

Tu que llegaste para confirmar que tener un segundo no "es pan comido" y que cada bebé es único.

Tu que me has dado fuerzas para decidir formarme como asesora de lactancia cuando en la nuestra aparecieron dificultades.

Mi niño, que durante el primer mes flipábamos con lo tranquilo que eras y lo mucho que dormías, y cuando despertaste de tu letargo dejaste claro que habías llegado al mundo para gritar a los cuatro vientos cuando no estabas a gusto.

Y que con tu padre como aliado me habéis recordado que a veces hay que confiar mas en la intuición y en el instinto aunque eso no sea lo pautado o por norma establecido.

Tu, mi vida que me has recordado que todo pasa y es cuestión de tiempo. Y que cuanto mas nos conocemos, mejor nos entendemos.

Unai, tu me has lanzado de lleno a plantearme un sinfín de cosas, a reinventarme y a poner en orden mis prioridades.

Tu nacimiento me ha hecho empoderarme, resurgir.
Me ha motivado y me ha aportado mucha creatividad.

Pero también ha habido momentos duros, cuando las tardes de cólicos y lloros no te dejaban conciliar el sueño.

Cuando me reclamabas estando sola y no podía atenderte todo lo rápido que me hubiese gustado.

Mi niño pequeño, has hecho que le cogiera el gusto al porteo. Que orgullosa estoy de haberte llevado tan cerquita de mí durante los primeros meses, cuando mas necesita un bebé a su mamá.
Darte el pecho en la bandolera ha sido una de las experiencias más bonitas que he tenido.

Estoy meses han sido duros, muy intensos y muy gratificantes.

Que bonito cuando gritas de contento al ver a tu hermano.
Que divertida tu sonrisa.
Que ojazos, como dos faros, tan redondos y abiertos, sin perderte nada de lo que pasa a tu al rededor.
Que asombrada me quedé cuando me vi reflejada en tu cara viendo una foto de mi cuando era pequeña.

Que rápido estás creciendo Unai.

Seis meses que han pasado volando.

Ya hemos pasado unas cuantas mañanas separados y me ha asombrado lo rápido que te has adaptado al cambio.

El otro día me preguntaba una mamá que está esperando a su segundo bebé que tal con dos.

La verdad es que como todo, es conocerse y adaptarse. Y aunque hay momentos de agobio, volver a ser mamá para mí ha sido fantástico.

Hoy soy el doble de feliz que antes.

Unai, gracias. 💕







lunes, 20 de noviembre de 2017

Bienvenidas Experiencias: La consecuencia del amor, tercer parte.

¡Por fin! Después del parón puedo decir que tengo un momento para escribir otra entrada. Pero el mérito no va a ser mío, volvemos con la sección de Bienvenidas Experiencias, Helena nos cuenta la tercera parte de su experiencia con la maternidad y la lactancia de su pequeña.

La consecuencia del amor, es una bonita historia en la que además de los cambios que se producen durante la maternidad, esta familia se encuentra con una dificultad con la lactancia que a pesar de ser bastante común no siempre se resuelve como es debido.

Gracias al esfuerzo de la mamá, del apoyo de profesionales informados y del apoyo del papá se ha salvado una lactancia.

Aquí os dejo el enlace de la segunda parte y de la primera.

Helena, mil gracias de corazón por hacernos llegar ésta experiencia.

La consecuencia del amor, tercer parte.

Llegamos bastante nerviosos al hospital. Especialmente yo. Iván me daba ánimos porque sabía que no era nada grave. Nada que con un biberón no se solucionara. Y él tenía razón, pero yo me sentía fatal conmigo misma, por no haberme dado cuenta de que no eran cólicos, por haber ido tres veces a un fisio de bebés para nada y porque lo único que le pasaba a mi bebé es que lloraba de hambre. Así es, creí que iba a ser una de tantas madres que piensan que no tienen leche, que al tener un pecho pequeño no van a tener mucha cantidad, etc.
Así que finalmente, Adri tomó su primer biberón con ayuda de la pediatra del hospital. La pauta fue darle uno después de cada toma y que según fuera recuperando el peso, solamente habría que darle uno por la noche. Adri fue engordando poco a poco y ya sólo le daba el de antes de dormir. Aun así, había días que ella lloraba mucho y con el miedo de que quedara con hambre, yo le daba un biberón. Recuerdo que cada vez que me ponía a prepararlo, lo miraba como si fuera veneno…
Así pasaron un par de semanas y me acordé de un pediatra que me recomendó mi amiga Carol. Un neonatólogo, ya jubilado que pasa consulta desinteresadamente para ayudar y apoyar a papás, especialmente con la lactancia materna. Así que pedí cita y allí me presenté. Lo primero que hizo fue pedirme que le diera el pecho a Adriana. Hasta ese momento ningún profesional en mi centro de salud me pidió que lo hiciera, por lo que nadie ni supo ni quiso entender cuál era el problema de que Adriana no cogiera peso. El agarre era perfecto y no había ningún problema de pezón invertido, labio leporino, etc. pero lo que sí identificó observando y haciendo muchas preguntas sobre mi día a día y mis hábitos en las tomas, es que se quedaba dormida. ¡Por fin alguien que me aconsejaba!
Me tiraba una hora dándole el pecho por lo que si comía cada hora y media, o dos horas aproximadamente eso me dejaba una hora de sosiego. Y eso como mucho, ya que la pobre al tener apetito constantemente me reclamaba todo el tiempo. Yo la ponía al pecho y al poco de empezar a comer “Por lo visto” se quedaba dormida. Yo no sabía identificarlo, veía que movía la mandíbula pero no sabía que en algún momento dejaba de comer y solo chupaba como si de un chupete se tratara, así que él me ayudó a identificarlo y sobre todo, centrarme en hacer muchas tomas frecuentes y cortas. Así empecé a reconducir poco a poco la lactancia. Íbamos a ver a Luís todas las semanas y él iba revisando la toma, preguntándonos mucho y controlando el estado físico de “Pinchito”. Así mismo, él me hizo ver que la leche de fórmula no era mi enemigo, sino mi aliado temporal y que muchos de esos bibes eran psicológicos. Los necesitaba para creer que ella iba a estar mejor, que iba a descansar más, etc. Pero poco a poco fui cogiendo seguridad en mi misma, yo estaba más animada, más tranquila, más ubicada en mi nueva vida, me creí y me sentí buena madre y todo ello hizo que no fuera necesitando bibes y Adri fuera cogiendo peso con normalidad.
A día de hoy es una bebé de casi 9 meses que pesa ocho kilos y medio y sobre todo, que solo llora por sueño, caca o por alguna rabieta.
En un futuro, me gustaría contaros también la experiencia que estoy teniendo con el sueño. Adri no sabe dormir más de una hora y media o dos horas seguidas. Como mucho tres horas de manera ocasional. Y más frecuentes son los despertares cada media hora, cuarenta minutos, etc. Debido a esto, yo también dudaba en ese periodo de lactancia mixta. Siempre pensaba que era hambre, y no siempre lo era. Era sueño, como le pasa ahora, que llora hasta que explota como si no hubiera mañana, porque no sabe quedarse dormidita sola y necesita su tetita, mi piel, mi calor, mi contacto, a mamá. Muchos consejos sobre este tema no podré dar, ya que por desgracia, después de haber probado todo, no he encontrado una solución. Solamente queda esperar, con paciencia y ofreciéndola todo el amor del mundo, a que aprenda a dormir. Aun así, seguro que más de una mamá le vendrá genial para sentirse comprendida y ver que su bebé no es el único al que le tienen que poner la campana extractora de la cocina, dormirle en el carrito en casa porque la cuna de la alergia o que le pasean a las 3 de la mañana en coche para que se quede dormido…
Espero que mi experiencia pueda ayudar a otras mamis a luchar por dar el mejor alimento que se le puede dar a un bebé y especialmente a un recién nacido. Yo lo tengo muy claro, es de las cosas más duras y al mismo tiempo más maravillosas que he hecho en mi vida, y las noches sin dormir, las grietas y el cansancio, merecen la pena.
Después de que haya pasado el tiempo, me he dado cuenta de que en mi caso, para lograr una lactancia materna exclusiva, cumplir estas pautas fueron la clave del éxito.
  1. No tener estrés y estar lo más relajada posible en un entorno tranquilo, con intimidad. Especialmente tras el parto y durante el primer mes.
  2. Hacer muchas tomas y cortas. Tomas frecuentes y de poco tiempo (veinte minutos, media hora como mucho, los dos primeros meses. Después acabará comiendo en 5 minutos!).
  3. Dar el pecho a demanda. No hace falta recordar que no solo somos su alimento sino su consuelo, su cariño, lo que les calma. Os dejo un link donde muestra los beneficios más importantes: https://inatal.org/el-parto/lactancia/66-lactancia-materna-por-que/374-que-beneficios-le-aporta-al-bebe-la-lactancia-materna.html
  4. Usar el sacaleches tras cada toma para estimular la producción de leche (esto a algunas mamás no les sirve o no les gusta. En mi caso, creo que me ayudó bastante, especialmente a hacerlo una vez de madrugada cuando la prolactina es más alta).
  5. Las tomas nocturnas ayudan también a producir más por lo que he explicado en el punto anterior. Como Adri no duerme bien, dar el pecho cada hora, hora y media durante la noche me ayudó muchísimo y me sigue ayudando a producir más.
Después de tres meses muy duros, conseguí una lactancia materna exclusiva “ideal” a base de estas pautas principalmente. Tanto, que Adri no usa biberón ni chupete (que en algunos casos te desespera porque un chupete te facilita la vida!!!) ☺ Y como no, también ha sido gracias a todo el apoyo que he recibido de mi pareja, de mi familia y de una muy buena amiga que también me ha servido de profe ☺ Carol.
Finalmente, quiero añadir que sé que es injusto que hable del biberón de leche artificial como “veneno”, porque muchas mamás optan por la lactancia con leche artificial. Por eso quiero decir que esa era una percepción personal ya que yo tenía muy claro que quería dar el pecho a mi bebé pero cualquier opción es válida y nadie es mejor madre que otra por ello. Al final, son decisiones y circunstancias personales que nos empujan a actuar y que han de respetarse.


Helena Rodríguez



domingo, 12 de noviembre de 2017

Mamá vuelve al trabajo

Hoy es un día raro ... yo me siento rara, por mas que no lo piense o lo piense demasiado, según qué rato, me siento intranquila. Tengo un nudo en el estómago. Y ganas de llorar.

Mañana vuelvo al trabajo. Después de todos éstos meses con Unai, me voy a separar de el 8 horas.

Se lo he contado varias veces, muy bajito, que mamá vuelve a trabajar, que vamos a estar separados mucho rato por primera vez, que no va a poder tener su teta disponible.

Ay mi niño ... eres tan pequeño ...

Dar el pecho no es solo alimento. A éstas alturas de la historia ya deberíamos saberlo todas y todos. Pero todavia hay gente que te dice: ¡mujer no pasa nada, le va a ir bien!

Y y digo que sí, sí que pasa.

Pasa que mi hijo con 5 meses se tendrá que quedar durante muchas horas sin lo que ha tenido hasta ahora a su libre disposición.

Ya sea por sed, hambre, sueño, mimos, consuelo, contención, dolor ... mi pecho estaba para el, cuando quisiera, como quisiera, el tiempo que quisiera.

Ahora tendrá que volver a adaptarse a otros ritmos y a no tener lo que hasta ahora era su todo.

Unai no quiere chupete, no quiere tetina de biberón, no ha ido en carro.

Ahora no le queda otra que tomar mi leche en cuchara o biberón, según se apañe mejor con su padre éstos próximos días. Si necesita consuelo para calmar su reflejo de succión podrá empezar a jugar y moder el chupete o el mordedor de pez que tanto le gusta. Y si se quiere dormir ... ¡ay! Éste es el punto mas conflictivo ... se las tendrán que ingeniar como sea.

Lo pienso y se me pone un nudo en el pecho. Tengo miedo a que se coja un berrinche de los de horas que le deje KO a el y KO al padre.

Ánimo Delfín, eres un padrazo, pero te esperan momentos duros. Ahora viene lo difícil, os tendréis que crear vuestra rutina durante éstos días.

Cada día hay un montón de mamás y bebés que pasan por esto. La separación por la vuelta al trabajo. Horas en las que la mamá echa de menos a su bebé y el bebé a su mamá.



Tengo ganas de llorar, me siento un poco triste. Tengo dudas, estoy preocupada.

Me separo de lo mas preciado que tengo, de mi vida, de mi bebé que solo tiene 5 meses y medio.
Habrá a quién le pueda parecer exagerado. Habrá quién no lo entienda.

Esto solo lo entiende una madre. Solo una mamá comprende como me puedo sentir al separarme de mi bebé durante tantas horas.

16 semanas de maternidad mas lo que buenamente puedas juntar (si puedes) de vacaciones o lactancia es muy poco tiempo para separarse del bebé.

Esto tiene que cambiar, no puede ser que se recomiende lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses pero sólo 16 semanas de permiso. Algo no me cuadra. No nos dan facilidades, lo contrario, nos lo ponen muy difícil.

Unai está solo con pecho, y seguiremos así hasta que cumpla 6 meses o veamos signos de que ya está preparado para empezar con la alimentación complementaria.

Así que aquí estoy hoy, disfrutando de las últimas horas con mi peque antes de separarnos.

Preparando el sacaleches y el biberón que me llevaré al trabajo para extraerme la leche en mi descanso y guardarla para el día siguiente dársela a Unai.

Estoy preocupada también por ésta nueva etapa que empezamos en familia. No sé qué tal vamos a llevar las nuevas rutinas y horarios. Ahora la logística será otra.

Y no sé qué tal voy a llevar yo el tema del nuevo ritmo. Hasta ahora criar a los dos peques y demás cositas no me ha supuesto un cansancio mayor, la verdad es que ha sido lo contrario, me ha dado mas vitalidad. Pero mi trabajo a nivel físico me exige bastante y el llegar a casa y no parar con los peques, las noches y sus despertares varios, estudiar para la formación de asesora y los quehaceres diarios me preocupa que me lleve a estar al límite.

Sincermente, no se si estoy haciendo bien en volver al trabajo tan pronto. No me queda otra, pero siento que no debería volver, sin embargo estoy un poco obligada. 

Ay Unai ... si supieras lo que te toca estos días ... esa ignorancia de hoy serán lágrimas de los dos mañana.

Con Delfinete me tuve que reincorporar incluso antes al trabajo, le quedaban 4 días para cumplir los 4 meses. Y sin embargo, no recuerdo pasarlo excesivamente mal. Pero mi hermana nunca olvidará el primer día que se quedó con el y el largo rato que estuvo llorando. Supongo que Delfinete no tendrá ningún recuerdo a pesar de ser el que peor lo pasó.

Ojalá en éstos tres años de maternidad hubiese encontrado la manera de conciliar mi vida familiar y laboral.

Suelo ser bastante positiva y suelo quedarme con las cosas buenas. Sé que esto es temporal, que nos va a ir bien, que Unai lo pasará mal en momentos determinados, pero que se queda con la otra persona que mas le puede querer en el mundo.

Mañana empiezo a trabajar. Pero sigo formandome para poder hacer algo diferente. Tengo un sueño, una idea, quiero dedicar mi vida laboral a otras cosas. Y seguiré luchando por esa inquietud. Aunque ahora me toca volver a la realidad.


martes, 7 de noviembre de 2017

Lo que me compensa de la maternidad: lo bueno y lo malo

Esta semana he tenido el placer de hacer una colaboración con varias madres gracias a la invitación de Gema Cárcamo González, en su formato de podcasting "Hablando con Gema".

Os dejo el enlace para que podáis escucharlo .

Hemos hablado sobre la maternidad, sobre las luces y las sombras, lo bueno y lo malo.

Y una de las "preguntas estrella" ha sido responder qué es lo que nos ha traído de bueno la maternidad y qué nos ha traído de malo.

La verdad es que es una pregunta preciosa, fantástica para decir todo lo que te hace sentir y vivir la maternidad, daría para escribir un libro, creo yo.

En mi caso son varias cosas, muchas buenas y alguna mala, las que han traído mis dos maternidades a mi vida.

Hablamos mucho de la parte bonita de la maternidad, que es preciosa. Esta parte se conoce bastante: ver crecer a tus hij@s, disfrutar con y de ell@s, más felicidad, alegría, risas. Esta parte, como digo, se sabe, se conoce, no hay que "darle bombo" porque sabemos que "eso es la maternidad" en general.

Esta es la maternidad que vende, que ve la sociedad. La maternidad que las futuras madres y primerizas conocemos, y creemos que va a ser así.

No estamos mentalmente preparadas para tener bebés porque es verdad que no lo sabes hasta que no lo estás viviendo, como también es verdad que hay una información sesgada con respecto a lo idílico de ser mamá y papá.

Aunque creo que esto está cambiando. Cada vez somos mas las personas que nos lanzamos a hablar sin tapujos de lo que realmente es la maternidad, con su lado inmensamente bonito y su lado inmensamente duro.

Porque ... :

- ser madre y padre conlleva un sacrificio de horas de sueño, de descanso.

- dejas de hacer lo que te apetece en el momento que te apetece.

- tienes a uno o dos bebés que dependen de ti todo el rato, si, y su lugar favorito serán tus brazos.

- tu cuerpo cambia a nivel físico.

- hay un vaivén de hormonas exagerado.

- hay nivel mental muy exigente.

- la pareja puede verse afectada, ya no sois dos si no tres.

- el parto es un momentazo único, que duele mas o menos, es intenso y será una de las experiencias mas importantes de tu vida.

- y muchas cosas mas ...

Destacando las cosas difíciles que te trae la maternidad, yo me quedo con el tema del agotamiento físico y mental durante los primeros meses. Aunque creo que va por temporadas, habrá semanas en las que durmáis y descanséis mejor y otras en las que la falta de sueño y descanso pasa factura.

También me quedo con un momento complicado aunque pasajero, que es el periodo del postparto. Como hablábamos en la entrevista, además de revisiones físicas de rutina tanto para el bebé como la mamá después de dar a luz, debería de verse también como está la mami a nivel emocional. Este periodo trae muchos cambios hormonales y es una experiencia muy intensa, y en la mayoría de los casos no se presta atención o apoyo emocional y psicológico a las madres.

Y por qué no, también a los padres. Es un momento delicado, de adaptación para todos. Para la pareja también. Y a veces no es fácil abordar las diferencias y cambios que nos trae la maternidad y paternidad.

Y por último, algo a lo que me ha costado acostumbrarme y creo que lo he llevado peor con el segundo que con el primero ha sido no poder hacer lo que he querido en el momento en el que he querido. También lo digo en el audio, me explico: ya sea salir a tomar algo, retomar actividades físicas, estudiar ... o cosas básicas del día a día como darse una ducha, ir al baño, cortarte las uñas ... todas esas cosas las seguirás haciendo, por supuesto, pero no cuando a ti te apetezca ... 😂, las podrás hacer cuando tu peque esté adaptado a su nueva vida, a los nuevos ritmos, a este mundo lleno de ruidos y cosas que se mueven muy rápidas en relación a la sutileza y delicadeza de los primeros meses de vida de un bebé ... o cuando tengas un ratito de tranquilidad, que aprovecharás a hacer tantas cosas que no sabes ni por donde empezar ...

La crianza va por etapas, todas intensas y exigentes a mas o menos nivel. Ahora estoy descubriendo otro ciclo con Delfinete, que es intenso en otro sentido, mas mental que física. Porque ya podemos tener conversaciones, contarnos cosas, resolver conflictos, contestar mil preguntas en décimas de segundo ...

La etapa de bebé es muy intensa también, pero son momentos diferentes. Cada uno con sus cosas bonitas y sus cosas difíciles.

Peeeero luego hay una parte maravillosa, en general, las cosas bonitas de la maternidad.

Para mi, ser madre ha sido una revolución en toda regla, como ya sabéis. Desde mi persona hasta el mundo que me rodea.

Gracias a la maternidad mejoro cada día, mis hijos me enseñan algo todas las semanas. Estoy aprendiendo con ellos a mirar la vida y el mundo de una forma diferente. He vuelto a reconectar conmigo misma.

A vivir mas despacio, a disfrutar mas deprisa.
A sentir mas y hablar menos.
A observar con detalle, a no fijarme en lo material.

Yo con mis hijos soy mucho mas feliz que antes (que también lo era), me río mas, canto y bailo mas, abrazo y beso muchísimo mas, me divierto infinito, y en definitiva expreso y siento mil veces mas.

Volver a disfrutar como una niña, jugando en el suelo. Correr por la calle porque nos persiguen los monstruos. Coger y observar bichos. Esperar con ganas los viernes para cenar en el salón y ver una película juntos.

El mundo de los niños es maravilloso. Es un regreso al pasado, a tu niñez, a conectar con tu niña interior. Y ver la vida desde su perspectiva es algo precioso.

También me ha enseñado a valorar infinitamente mas a l@s niñ@s. A tenerles en cuenta, son personas con unas capacidades extraordinarias si les dejamos ser y sentir en su esencia. Si les damos voz, si hacemos que su opinión cuente, si les respetamos y les tratamos desde el cariño y el amor es fundamental para tener adult@s que consigan cambiar el mundo, felices, sanos, con iniciativa y justos.

A mi me compensará infinitamente mas el resto de mi vida todos estos buenos momentos que suceden con mis hijos en compensación a los malos. 💖

Y a vosotr@s, ¿qué os ha traído de bueno y de malo la maternidad y paternidad?.













viernes, 3 de noviembre de 2017

La información es poder

Si tienes conocid@s, familiares o amig@s que estén embarazad@s, que pronto vayan a dar a luz, si eres una mamá que estás dando el pecho, si tienes hij@s, si eres tú la que está embarazada ... en general, la información es fundamental, pero me parece absolutamente necesaria sobre todo en éstos casos. Puesto que en la mayoría de éstas situaciones nos vamos a encontrar con momentos en los que nos tenemos que poner en manos de profesionales que no siempre están actualizados, por desgracia. Pero si contamos con la información suficiente, podemos al menos, elegir lo que creemos que es mejor para nosotr@s y nuestra familia en ese momento.

Explico por qué os digo ésto.

A los diez días mas o menos de nacer Unai, tuve una mastítis. Lo reconocí en seguida por los síntomas. Empecé a notarme con malestar general, como cuando estás con gripe, me dolía el pecho izquierdo y lo tenía un poco rojo. Por la tarde los 39,5 º de temperatura me confirmaron que algo no iba bien. Así que bajé al centro de salud y allí en urgencias me atendieron.

Diagnóstico: mastítis clínica.

Tratamiento: antibiótico.

Hasta aquí todo bien.

Recomendaciones: que no me pusiera al niño en ese pecho y que me sacara la leche con el sacaleches.

😲 😲 😲 😲 😲 😲

¿¡Pero como!? No me quedé nada conforme con esa recomendación...en mi cabeza me sonaba haber leído en algún momento lo contrario, que para tratar una mastítis, lo mas necesario es vaciar lo mas posible el pecho y esto quién mejor lo hace es el bebé.

Me fui de urgencias con la duda, no me atreví a decirle nada a aquella joven doctora que tan amablemente me atendió y tan poco actualizada estaba en lactancia materna.

Cuando llegué a casa lo primero que hice fue consultar con una asesora de lactancia y contrastar la información.

Efectivamente, imprescindible que no dejara de ponerme al bebé al pecho y lo vaciara correctamente.

Con el antibiótico y la recomendación de poner mucho a Unai a mamar, a loa dos días estaba bien.

Ahora, unos meses mas tarde, con lo que estoy aprendiendo en la formación de asesora de lactancia y leyendo mucho, me alegro de haber seguido mi instinto y haber pedido una segunda opinión.

Por eso, siempre os digo que la información es poder.

Poder para elegir, para decidir.


Ésto me pasó con Unai, que es el segundo, después de dos años dando el pecho a Delfinete, después de leer todo lo que pasaba por mis manos sobre lactancia materna y teniendo ya algo de idea sobre éste tema pero, ¿que hubiera pasado si esto me hubiese pillado de primeriza? pues que probablemente por falta de información se hubiese acabado una lactancia.

Con el tema de la lactancia materna es muy común recibir información desfasada y sin base científica. Me lo puedo esperar de algunas personas puesto que en nuestra sociedad no tenemos instaurada una cultura del amamantamiento ni hemos visto a otras madres dar el pecho, muchas se creen que a partir de cierto tiempo la leche "se vuelve agua" o que a partir de los cuatro meses los bebés ya no necesitan tomar leche materna y hay que comenzar con las papillas ... pero esto no debería de pasar en profesionales de la salud.


Éstos deberían estar informados y actualizados en lactancia materna y si no, saber derivar a otros profesionales que si lo estén.

Conozco casos de enfermer@s que se saltan vacunas que tocan en la revisión de l@s bebés por equivocación, de revisiones de niñ@s poco acertadas casi sin interés, de recomendaciones de dejar la lactancia porque no hay antibióticos compatibles (esto es mentira, que quede claro) o de no saber qué es una asesora de lactancia ni un grupo de apoyo, como me dijo mi matrona ...

También me ha pasado al principio, con Delfinete, cuando me atendió una enfermera que me dijo que debía de quitarle la teta por la noche porque era mi culpa que no durmiera del tirón a los seis meses o con otra que me aconsejó que empezara a darle cereales sin gluten a los cuatro.

Aquí surgen dos problemas.

Uno es que confiada, con razón, en un profesional que, obviamente sabe mas que tu, que se supone que está actualizado en todos estos temas, te dejas aconsejar y haces caso a esas recomendaciones que nada tienen que ver con las que dicen la OMS o la AEPED.

Otro problema es que hay muchas familias que cuando les toca la visita al pediatra por la revisión mienten. Si si, como lo lees:

Tu bebé de seis meses, ¿cuantas horas duerme? Uy, toda la noche del tirón.

¿Le sigues dando teta? No, no, hace tiempo.

¿Sigues hoja de la incorporación de alimentos? Si, si, al dedillo.

¿El bebé duerme en su cuna, en su cama? Si, desde hace meses.

Y en realidad, es un bebé que se sigue despertando varias veces en la noche, que sigue tomando teta, que duerme en la cama de los padres y que toma la alimentación complementaria en trocitos.

Como tantos y tantos bebés...

Vale, esto es un poco exagerado 😂, pero es un tema que me remueve bastante.

En este punto también hay familias que no contentos con sus pediatras o enfermer@s, comienzan un periplo por diferentes centros de atención primaria en busca de otr@s profesionales que estén mas actualizd@s,sean mas flexibles y empáticos a la hora de atendernos.

Con esto no quiero levantar ampollas ni desprestigiar a ningún profesional de la salud, que quede claro. Solo quiero ponerlo en conocimiento y reivindicar que hay que estar actualizado y dar información veraz, más si estás trabajando con bebés y mamás, con familias que dependen de tu diagnóstico y consejo.

Actualmente hay muuuchos profesionales, cada vez mas, que se actualizan y que están en consonancia con las recomendaciones que hacen los organismos públicos, que conocen otras alternativas, que saben de la existencia de las asesoras de lactancia y de los grupos de apoyo.

Éste post lo escribo con experiencias propias, con conocimiento de experiencias de otras mamás que gracias a la tribu virtual, el apoyo y la información que nos pasamos unas a otras, vamos aprendiendo y "capeando" los problemas que nos van surgiendo.

Aprovecho para deciros que desde el Comité de Lactancia Materna del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles han puesto en marcha un canal de lactancia: os dejo aquí el enlace , con información sobre la lactancia.

Éstos son los pequeños grandes pasos que tenemos que ir dando.

Por eso, lo que siempre digo, por favor, informaros, leer, asistir a cursos y charlas. Cuestionaros todo y seguir vuestro instinto.

Feliz finde.