jueves, 28 de septiembre de 2017

Bienvenidas Experiencias: parto y postparto de Carol.

Como en los últimos jueves hoy publicamos en la sección de Bienvenidas Experiencias otra historia de una mujer, madre y además ¡chef de cocina!.

Carol Pineda, que identificada me he sentido con tu relato, que emocionada me quedé cuando lo leí por primera vez. Y que valiente eres por contarlo, miles de gracias.

Os dejo este enlace  donde podéis leer su historia, echar un vistazo a su blog y ya de paso coger ideas para nuevas y ricas recetas.


miércoles, 27 de septiembre de 2017

La Violencia Obstétrica está presente ...

Llevo unas semanas dándole vueltas a un tema muy delicado y hoy después de releer los post de mis partos me lanzo a escribir sobre ello.

Ahora sé que mucho tiene que ver el tipo de parto que hayas tenido con el postparto que tendrás después.

Después de casi tres años desde que nació Delfinete entiendo muchas de las cosas que sentía durante los meses siguientes.

Y es que, si no has tenido el tipo de parto de querías, ni si quiera se ha parecido un poquito a lo que esperabas, tienes que pasar un duelo.

Y hay que llorar ese duelo.

Que casualidad que hoy mismo, echándole un vistazo a los vídeos de Míriam Tirado, he visto uno que hablaba precisamente de esto, de cuando las mujeres no tenemos el tipo de parto que habíamos imaginado.

Además hace un par de semanas comentaba con otra mami este mismo tema. Y me dió qué pensar. Ella también tuvo un parto que no esperaba. Y también coincidía en que eso influyó en su puerperio.

Me alivió mucho saber que hay muchas madres que pasan por lo mismo. Como siempre digo, no estamos solas. Muchas mujeres pasamos por lo mismo.

Después de estos casi tres años de maternidad todavía alucino cómo sigo "revolviendo" en el pasado. Sigo dándole vueltas a por qué no hice esto o aquello durante el parto, por qué no dije esto otro, por qué no me negué, por qué aguanté tanto ...

Supongo que siempre es lo mismo: falta de seguridad en una misma, falta de apoyo emocional, falta de profesionales empáticos, falta de información.

Pienso en mis dos partos y tengo una espinita clavada. No he tenido el tipo de parto que yo quería.

No han sido partos espontáneos.

Han sido inducidos, los dos.

No han sido respetados.

Han sido partos medicalizados.

No han sido partos naturales.

Han sido partos eutócicos, vaginales, si, pero no han sido partos en los que se haya respetado el ritmo de mi cuerpo.

Podría haberse hecho de otra manera.

Podrían haber esperado a ponerme de parto en vez de empezar con tanta medicación desde el principio.

El parto de Delfinete podría haber sido mas intimo, sin tanta intrusión en el paritorio, como el de Unai.

Podrían haber sido partos mas tranquilos.

Podrían haber sido partos menos medicalizados, mas conscientes.

Podrían haber sido mas libres.

El primer parto podría haber tenido menos faltas de respeto por parte de la ginecóloga de turno.

Podría haberse ahorrado ese comentario que me llenó de miedo.

Podría haberse ahorrado el intento de hacerme la Maniobra de Kristeller.

Se podría haber ido a la mierda.

En fin...

Delfín siempre me dice que tenemos que estar agradecidos porque todo salió bien. Los niños salieron bien, yo quedé bien.

Lo que dice es cierto en parte. Tiene toda la razón en alegrarnos por los dos bebés sanos.

Pero yo no quedé bien.

A mí me quedó un miedo horrible, una sensación de rechazo y culpabilidad al mismo tiempo.

Me quedó también una falta de confianza en mí misma muy grande.

Pero claro, esas "heridas" internas no se ven. Solo se sienten. Solo las siente una misma en silencio.

Además, ¿qué hago yo con todo el dolor de mi corazón por no haber tenido unos partos como yo quería? .

No puedo obviar esa parte. Porque eso es lo que sentí y lo que todavía aún siento.

No puedo negar que siento ese dolor, esa pena, esa espinita clavada.

Así que ahora comprendo los primeros meses de mi postparto tan duros y tristes.

Estaba cuidando y criando a un recién nacido sin saber cómo y estaba pasando por un duelo de un parto no deseado.

Ahora entiendo que las lágrimas que soltaba estaban cargadas del dolor del parto.

Esa fue mi manera de expresar ese dolor.

En mi primer parto hubo Violencia Obstétrica. La ginecóloga esa que quiso subirse en mi barriga sin mi consentimiento intentó acelerar el proceso de parto de una manera inhumana. Esa misma que me amenazó con hacerme una cesárea si no pujaba mejor.

Ahora me arrepiento de no haber puesto una queja a esa persona.

Además dejaron entrar a un grupo de cuatro o cinco personas que estaban en prácticas sin preguntarme antes. Estaba en pleno proceso de expulsivo, en el paritorio, en un momento crítico.
Pero claro, yo no había oído hablar de la Violencia Obstétrica, ni se me pasó por la cabeza quejarme, ni nada de nada.

¡Mujeres del mundo que váis a dar a luz!: no dejéis que nadie os humille, os avergüence, se meta con vosotras, os conteste mal, os haga cualquier procedimiento sin vuestro permiso, os separe de vuestr@ acompañante o bebé sin ser necesario, no dejeis que nadie os haga sentir mal.

Y si os pasa y en ese momento no estáis en condiciones de reclamar o quejaros, hacedlo después. No lo dejéis pasar.

Debemos cambiar el prisma con el que se atienden la mayoría de los partos.

Menos mal, quiero creer que cada vez mas, hay profesionales de la salud formados y que creen en un parto mas respetado.

Ese ha sido el caso de las dos matronas que atendieron mis partos.

Dos profesionales que solo tuvieron palabras de ánimo y de apoyo. Que supieron evitar las prisas y escuchar el ritmo de mi cuerpo. Que cuando entré en bloqueo supieron sacarme de esa situación.
María, la matrona que atendió el parto de Delfinete, que supo intervenir cuando la ginecóloga sacó su mala leche, cuando entró el grupo de prácticas.

Y gracias a la auxiliar que me daba sorbitos de Aquarius y me mojaba los labios con vaselina, que fue toda ternura y amor.

Y la matrona del parto de Unai que cuando me vio la cara de susto al decirme que me tenían que inducir el parto me dijo que confiara en mi. La misma que me indicaba cuando empujar y me untaba bien de lubricante para no desgarrarme.

Hay un millón de historias diferentes,de partos diferentes, de mujeres diferentes. Y un millón de historias no contadas, no lloradas y no expresadas.

La violencia obstétrica está muy presente, por desgracia, en la mayoría de los hospitales.

Esto tiene que cambiar.

Da igual que queramos epidural o no, que aceptemos la oxitocina o no, que queramos parir de pie, a cuatro patas o tumbadas, que gritemos, que lloremos o que llamemos a voces a nuestra madre ... si es lo que queremos, si es lo que pedimos, nos deben RESPETAR nuestra decisión.

Hay que dar voz a todas esas vivencias difíciles.

Hay que apoyar a todas esas mujeres que hemos tenido un parto que no deseábamos. 

Hay que cambiar el paradigma del parto actual.

Es difícil hablar de este tema. Me cuesta porque me remueve mucho.

Os dejo el enlace del video de Miriam Tirado, precioso, como siempre fantástica.


Gritemos por nuestro parto respetado igual que gritamos para traer al mundo a nuestr@s hij@s. 

viernes, 22 de septiembre de 2017

Una de cal y otra de arena

Me he tomado esta semana de relax con el blog.

Han sido las fiestas de nuestro pueblo, hemos estado de feria y encierros, de títeres y fuegos artificiales, de tardes con los peques y días en familia.

Pero también han sido unos días complicados con Unai.

Ha estado muy molesto, con muchos gases, llorando mucho y haciendo unas tomas muy ansiado.

Ha tenido momentos en que, hiciéramos lo que hiciéramos, no había manera de calmarle.

Ni pecho, ni brazos, ni ruidos blancos.

Hemos intentado ponerle chupete, a ver si con la succión se calmaba, pero con sus arcadas ha venido a decirme que me lo ponga yo.

Ni dándole la teta tumbada en la cama, algo que con Delfinete era infalible.

A veces me funcionaba ponerle en la bandolera y darle el pecho, paseo para arriba paseo para abajo por el pasillo ... ¡Ay bendito porteo!

Lo que mejor me ha funcionado ha sido darme una duchita de agua calentita con el, piel con piel, abrazaditos, para que se calmara. Después envueltos en la toalla, nos tumbábamos en la cama muy pegaditos , en plan placaje, haciéndole una bolita.

A veces en esa postura mamaba, otras, del berrinche que tenía se quedaba frito.

En fin ... que probando y probando, encontraba la manera de calmarle después de un ataque de llanto desconsolado suyo y alguna tarde mío también.

¿Qué tendrá el llanto del bebé que despierta algo en el cerebro del adulto?

A mi me despierta varias emociones y sentimientos. 

Desde la pena, pasando por el enfado, la desesperación o la frustración. Y por último el alivio.

Desde luego cuando un bebé llora es porque le sucede algo. Ya puede ser hambre, que no se pueda dormir y esté muerto de sueño, que tenga frío o calor, que esté incómodo por algo, que tenga gases y le duela la tripa, que tenga el pañal sucio o simplemente pero muy habitual y necesario, que quiera estar en brazos.

El llanto es la manera que tienen los bebés de comunicarse. Una vez que entendemos esto, parece que es más fácil entenderles.

Aunque el rato que tienen de llanto, creemos que hemos cubierto todas sus necesidades pero no se calma y sigue llorando es horrible. 

Entonces aparecen las inseguridades y empiezas a tocarle los deditos de las manos y de los pies... por si le dolieran. Y le pones el termómetro por si tuvieras fiebre. O leno quitas la ropa por si fuera calor. Todo por si acaso porque en realidad no sabes muy bien qué le pasa. O es una mezcla de varias cosas. 

A todo esto se le suma que Delfín padre ha estado trabajando de tarde y ha sido difícil. 

Menos mal que ahí estaba mi SANTA MADRE para ayudarme en todo. 

No se que haría sin ella muchas veces, aunque como bien me dice,no me quedaría otra y lo haría. 

Tener a dos peques tan seguidos, es muy intenso durante los primeros meses. 

Hay días buenos y otros no tanto...

Algunos ratos, cuando Delfinete está mas cansado, Unai no deja de llorar y mi paciencia se ha fugado viendo el panorama pues lo paso mal. 

Luego, ya pasado el momento, me relajo y pienso que pronto llegará el día en que no dependan tanto de nosotros.

Además este mes se me está haciendo largo. Estoy durmiendo muy poco, descansando menos y creo que el hecho de no tener la menstruación influye. (Dar el pecho puede retrasar la baja de la regla, con Delfinete me bajó casi al año de dar a luz). 

La lactancia con Unai me está dando dificultades. En cuanto evolucionemos un poco mas escribiré sobre ello. 

Como digo siempre, qué importante es estar informada para poder elegir y poder solventar las dificultades. 

Por otro lado estoy empezando a ver como será la relación entre mis dos peques, y tengo muuuuchas ganas de verlos en acción juntos. Promete. 

Ayer en pleno berrinche de Unai, Delfinete apareció con un juguete y consiguió calmarle haciéndole reír. 😍

Desde el principio ha sido consciente de que cuando llora Unai hay que calmarlo y en cuanto empieza, nos avisa e intenta consolarle. Lo hace con mucho cariño, le habla bajito y le dice que le quiere mucho. Es precioso.

Me ha sorprendido mucho que cuando le he pedido ayuda y me ve agobiada con Unai, ha respondido genial.

No voy a negar que hay momentos en los que me quiero ir, luego están los ratos en los que los dos se ponen a llorar, Delfinete está de rabieta, se cuela algún mordisco ... pero prefiero quedarme con los buenos momentos. Jeje

Además la próxima semana comienzo la formación en Asesora de Lactancia con Edulacta, algo que llevaba varios meses posponiendo y que por fin lo voy a hacer.

Y algo muy importante, estamos volviendo a encontrar ese ratito para nosotros como pareja. Ese ratito de dejar de ser papá y mamá y concentrarnos solo en nosotros. Ya digo que es un ratito porque como mucho dura un capítulo de la serie de Vikings jaja .

Así que, una de cal y otra de arena.

Momentos buenos y momentos menos buenos que dentro de muy poco pasarán ya sea para echarlos de menos o para celebrar que han pasado...


😋 Feliz finde

jueves, 21 de septiembre de 2017

Bienvenidas Experiencias: Cuando el bebé no quiere dormir

Hoy en "Bienvenidas Experiencias" un tema muy interesante: el sueño del bebé. 

Nos comparte su historia Sara, seguro que a much@s familias puede ayudaros. 

¡Ánimo a tod@s l@s que estéis pasando por esta situación!

Muchas gracias Sara por contar tu experiencia.

Cuando el bebé no quiere dormir…

Llega la hora del alta hospitalaria, sales del hospital, con tu bebé, feliz pero sintiendo el peso del mundo bajo tu espalda… pues ese ser al que has alimentado de vida durante 9 meses, está ya bajo tus brazos y cada decisión que tomes repercutirá de una  u otra manera en él.

Mientras intentas aclimatarte física y psíquicamente a tu  nueva vida, entre cambio de pañales, lactancia, nanas, consejos varios, pareja… llega la necesidad de descanso…sin tener horas suficientes al día para, algo tan sencillo como eso, descansar… acomodarte  y abandonarte a los brazos de Morfeo por más de dos horas seguidas.

Y es precisamente de esto, de lo que quiero que trate mi post, del descanso de unos padres… especialmente cuando el bebé no quiere dormir…

Cuantas veces habrá venido a mi mente la frase tantas veces escuchada durante el embarazo “aprovecha a dormir ahora… que luego…”

Cuando tenía a mi pequeña en la tripita, sabía que habría noches duras, y que mis ya de por sí marcadas ojeras, crecerían a un ritmo estrepitante,  especialmente los primeros meses, en los que el ciclo de sueño del bebe es más breve y la alimentación es a demanda, pero lo que jamás me imagine es lo duro que sería todo ese proceso del sueño… o mejor dicho “no sueño”.

Llegamos a casa un 28 de diciembre, recuerdo los nervios del trayecto en coche hasta nuestro hogar, la entrada a casa, lo grande que le quedaba toda la ropita … y rememorando el famoso anuncio de ikea, sí, el sentirnos  un poco “y ahora donde te pongo”…

Por el día todo iba bien, aclimatándonos a un bebe precioso, con un poquito de carácter, las primeras noches, las pasamos reguleras, pero ni en nuestros peores presagios, nos imaginábamos lo que estaba por llegar… como ya anunciaba el eslogan de uno de los primeros regalos… si amigas, “las jóvenes rockeras, nunca duermen” ¡¡ y vaya si a mi niña le va el rock and roll!!

Todo empezó con los temibles cólicos, aproximadamente a los 10 días de llegar a casa, cada noche a la misma hora, nuestra pequeña empezaba a llorar sin consuelo, no había brazos que la calmaran, no había nana que tranquilizara a mi bebe, nada podíamos hacer, salvo consolarla, mecerla, intentar transmitirla paz y seguridad hasta que pasará el mal trago... y así con esos 10 días de vida y esos malditos cólicos, comenzó nuestra aventura de sobrevivir (mal) durmiendo cuatro horas diarias.

Una vez pasados los tres meses de vida y dejando atrás los cólicos, tuvimos una pequeña tregua, no puedo decir que me sentiría descansada (que papis lo sienten?) pero dormir tres horas seguidas, era tan bienvenido en nuestra vida, como los primeros rayos de sol.

Poco duró esa tregua, supongo que, como hay niños rubios y otros morenos, niños buenos comedores y otros que te las ves y las deseas para que coman una cucharada, pues también los hay que son unos lirones y otros a los que no les gusta dormir… y sí, ya estoy echa a la idea de que a mi pequeña, eso de dormir, como que no la va …

Siempre que llegaba la hora de dormir, era una angustia constante, por muy cansada que estaría, no había manera de que cogería el sueño, lloraba de puro agotamiento y cuando por fin dormía no había pasos suficientemente silenciosos… a la mínima ¡pum! Vuelta a empezar…

Os resumo a groso modo el ciclo de mi pequeña a partir de esos 3 meses y casi hasta los 20 meses, de 22.00h a 23.00h solía quedarse dormida, no sin antes batallar, llorar, patalear… en resumen, poniéndonoslo un poquito complicado a los papis,  a la 01.00 /01.30  sin faltar ningún día a su cita, se despertaba… y hasta las 04.00 no volvía a dormir, a las 6.00 hacía amago de querer levantarse, pero con suerte y un silencio absoluto, solía ser una falsa alarma y se dormía hasta las 9.00h. Durante el día apenas dormía, para los 7 meses únicamente una pequeña siesta de una hora después de comer.

Probamos e intentamos hacer mil rutinas y establecerlas durante un periodo de tiempo hasta intentar conseguir un habito … en el que ella estaría cansada del día y relajada en la noche para dormir… nuestros horarios laborales, no ayudaban mucho, pero aun así nos esforzábamos cada día por seguir la ruta establecida, los dos a una, los dos para con ella…

Algunas de esas rutinas funcionaron durante un tiempo, darla el biberón en la cama, cantarla nanas, dormir la siesta con el traqueteo del carrito.

Otras fueron en balde, acortar siestas, bañarla de día, bañarla de noche, darla masajes relajantes, intentar poner en práctica el libro “duérmete niño”

Al final, más pronto que tarde volvíamos a la rutina de dormir tres horas seguidas, estar despiertos otras tres e intentar dormir otro poco más antes de empezar con la rutina diaria.

Y así iban pasando los meses, y la carga e incomprensión psicológica se iba acrecentando.

No es sólo el no dormir, es ver a tu hija irritable, es la frustración de no saber cómo ayudarla, es sentir que pierdes tu identidad y parte de tu salud, es no dormir y tirar adelante con una casa, el trabajo, y  es querer (y a días no poder) vivir con intensidad cada momento con ella porque sabes que por mal que estés, ese tiempo, ese bebe ya no volverá a serlo jamás.

A si es la maternidad luces y sombras.

Ha día de hoy recuerdo todas las cosas que he hecho para que durmiera, y cuantos “yo nunca” me he tenido que tragar…

Sí, he salido con el carrito a altas horas para ver si así se tranquilizaba y dormía.

Sí, he ido por toda la casa con el carrito, hasta dejar marcas en el suelo.

Sí, la he tenido horas y horas en brazos, cantando y re cantando nanas, susurrándola palabras de amor.

Sí, he dormido en posturas dignas de un contorsionista porque lo importante era dormir.

Sí, he llorado de amargura al no verme capaz.

Sí, admito que he estado horas balanceando un juguetito hasta no sentir el brazo.

Sí, he vuelto a llorar lágrimas amargas al pensar que no me veo capaz de darle lo que considero el mayor regalo para ella, un hermano.

Sí, admito que mi corazón, no me deja dejarla llorar inconsolablemente hasta que se duerma por ella misma (no digo que sea la mejor opción, pero es la que yo he elegido, es la que me dicta mi corazón)

Sí, admito que he reducido mi vida social, que me muero de ganas por salir y desconectar pero que la mayoría de veces no tengo fuerzas.

Sí, admito que hago mil malabarismos para cuadrar alguna comida con la siesta de mi pequeña y no romper su rutina

Y sí, admito que a veces todo esto de no descansar, me supera, que he necesitado tomar melatonina porque mi ciclo nocturno entró en shock y no podía pegar ojo, y sí admito que me duele cuando veo caras de incredulidad, cuando les cuentas lo que estás viviendo.

No quiero extenderme mucho más, finalmente, cuando mi cuerpo ya no podía más, fui a la pediatra, le comenté la situación, Andrea tenía 18 meses y ya debería dormir más de 2/3 horas seguidas y tener un sueño de calidad.

Me iba a recetar directamente un antiestaminico cuyo efecto secundario era el sueño, me explicó que teníamos que romper esa rutina de levantarse siempre a la misma hora.

La comente, un remedio un poquito más natural, pasiflorine, me dijo que íbamos a empezar con pasiflorine y que si no funcionaba deberíamos pasar al antiestaminico.

Lo admito, soy de las que leo y releo los prospectos y lo que leí no me gustó (para que te quejas pensarán muchas) sé que si lo ha mandado el pediatra, no hay peligro, lo sé, pero me conozco…

Finalmente opte por darla blevit sueño, un preparado de varias plantas, indicado para bebés desde un mes, me dejé guiar por mi instinto.

He de decir que por ahora me funciona, la cuesta muchísimo menos coger el sueño y sí, se despierta, pero como mucho a la hora ya duerme.

Yo me siento más fuerte, estoy más descansada y noto mejoría en mi carácter ¡qué bien se ve la vida pasando de 4 a 7 horas de sueño!

Y ella, es otra, obviamente, hay noches peores, pero cuando descansa, su sonrisa ilumina todavía más.

Me he animado a escribir este post, para dar ánimos a todas las mamis que tienen niños a los que les cuesta dormir, a deciros que no estáis solas y que pese a lo que os digan hay otros niños que duermen igual de mal y otros papas pandas por el mundo, confiad en vosotros, lo estáis haciendo genial, la maternidad como todo en la vida, son etapas, y conseguiréis que las aguas vuelvan a su cauce.

También quiero compartir una frase que me he repetido durante estos 20 meses y me ayudaba en los momentos duros “todo pasará, volveréis a dormir del tirón, volveréis a sentiros descansados, y cuando todo eso vuelva mirareis atrás y añorareis esa cabecita recostada en el pecho, esas manitas diminutas, girar la cabeza y verla dormidita, incluso estos momentos amargos, tienen luz,  pedid ayuda, relajaros, intentad descansad los ratitos que os permita el día y disfrutad, intentad disfrutad porque como antes he mencionado, todo vuelve, menos que vuestro pequeño vuelva a ser un bebé”.

Sara.



viernes, 15 de septiembre de 2017

Periodo de adaptación de l@s peques

Bueno, pues superada la primera semana con el periodo de adaptación de Delfinete al cole de mayores, ya me siento un poco mas capacitada para hablar de ello.

Periodo de adaptación ¿si?, ¿no?. ¿Es necesario?, ¿es una tontería? ...

Que levante la mano quién esté a favor y quién esté en contra ...

Cada persona con la que he ido hablando esta semana sobre el periodo de adaptación me ha dicho una cosa diferente. Opiniones diferentes, puntos de vista diferentes.

Desde el tajante "es absurdo" hasta el sincero "hay que tener en cuenta las emociones de l@s niñ@s que pasan por ello".

Pasando por una gran amalgama del tipo "si pero no" ...

Incluso los que no tienen hij@s o los que los tienen ya mayores y nos le tocó pasar por ello, tienen sus opiniones al respecto.

Todo respetable, todo cuestionable.

Yo opino que el periodo de adaptación de los peques al primer año de Escuela Infantil o Colegio debería ser necesario en todos los centros pero con "matices".

Lo primero de todo es que me alegra de que por fin se le esté dando más importancia a lo que sienten l@s peques en general y en este caso en particular. A sus emociones, a sus pensamientos y a sus procesos.

El cambio que supone "salir y adaptarse al mundo exterior" de un bebé de 4 meses, acostumbrado a la contención de su hogar, de su madre, está lleno de estímulos y nuevas sensaciones a las que se debe ir acostumbrando poco a poco y aunque no nos lo parezca, puede ser muy complicado para el/ella hacer frente a todo este cambio.

Menos "complicado" quizá puede ser el paso de la guarde al cole de mayores. Pero hay niñ@s que lo pasan realmente mal. Enfrentarse a los nuevos horarios con madrugones incluidos, conocer nuevos edificios y acoplarse a las nuevas rutinas, adaptarse al tono de voz de la nueva profe y a su manera de ser ... Si en ese momento pudiésemos acompañar a nuestr@s hij@s de la mano a explorar estas nuevas experiencias sería fantástico, y quiero creer que lo pasarían "menos mal".

También me alegra que cada vez mas madres y padres sean conscientes de que los cambios que afectan a sus hij@s tienen que ser llevados con especial mimo, de manera positiva.

Y por supuesto me alegra que desde las escuelas se nos de la opción a las familias de poder llevarlo a cabo.

Además creo que si durante los primeros días el/la peque está acompañad@ por su madre/padre/familiar, se siente mas seguro y afronta mejor esta nueva experiencia. Llorará menos, por lo que entiendo que será mejor para la dinámica del aula.

Mejor para el/la niñ@, mejor para las familias, mejor para la clase. Cuanta ventaja, ¿no?.

Ahora bien, ¿y las familias que por trabajo u otros motivos no pueden hacerlo?

Esta pregunta es de las que más se escuchan sobre este tema.

Recalco que de todo lo que hablo en este blog es siempre bajo mi punto de vista y no una verdad universal.

Deberíamos empezar teniendo en cuenta que los bebés, ¡como mínimo minimísimo! tendrían que estar los seis primeros meses de vida junto a su figura maternante o de apego que generalmente es la madre. Lo ideal es que pasaran el primer año de vida junto a ella.

Me baso con esta idea en lo que ya comenté en otro post sobre la alimentación de los bebes y como tanto la OMS como la AEPED recomiendan la LME hasta los seis meses.

Si la baja por maternidad son 16 semanas, es decir casi 4 meses, en la mayoría de los casos la madre se incorpora a trabajar y es complicado seguir la recomendación de estos dos organismos.

Digo complicado, que no imposible. Yo con Delfinete lo conseguí, sacándome la leche con el sacaleches en el vestuario de mi trabajo en los veinte minutos de descanso para que mi hermana se la diera al día siguiente.

Al lío, teniendo en cuenta que es muy complicado que una madre no regrese a su trabajo una vez terminada su baja maternal, puesto que nuestro sistema económico y social no está capacitado para afrontar dichas bajas más largas creo que si es necesario que la adaptación de un bebe tan pequeñ@ sea gradual y siempre acompañado por su figura de referencia el primer año de Escuela Infantil.

Y lo mismo creo que se debe de hacer con las niñas y niños que empiezan el primer año de colegio. Much@s no tienen ni tres años, la mayoría vienen de una Escuela Infantil donde ya tenían mas que incorporadas las rutinas, conocían a l@s profes y se ubicaban en las instalaciones. Otros vienen de su casa, de haber sido cuidados por alguno de sus progenitores o por l@s abuel@s.

Por lo que un cambio tan grande como es volver a conocer y a adaptarse a otro lugar, que va a ser "su segunda casa" por mucho tiempo, igualmente ha de hacerse gradual y acompañado.

Respondiendo a la famosa pregunta de las familias que no pueden hacerlo porque trabajan, creo que desde las empresas se deberían favorecer unos horarios compatibles con la conciliación laboral y familiar, eso sería lo ideal. Y la incorporación de unos permisos especiales, días, asuntos propios o como quieras llamarlo para poder asistir al periodo de adaptación de nuestr@s hij@s.

Ahora me vais a decir: ¡venga va, estas flipando en colores! Y es verdad. Estoy flipando. Pero sería lo ideal, porque esto se va a producir una vez en la vida de tu hij@, y ha de hacerse bien.

En otros casos las familias hacen malabares con las vacaciones o juntan días libres para poder hacerlo.

Bueno, pero después de mi idílico planteamiento, la realidad es que muchas familias no pueden hacer nada. Tienen que dejar a l@s peques el primer día de curso las casi 8 horas de horario escolar (en muchos casos mas de 8 horas), sin poderles acompañar en ese día tan importante y conteniendo alguna lagrima que otra al dejarles, en el peor de los casos llorando a mares.

Ahí vienen los "matices" de los que hablaba antes. En caso de no poder hacerse el periodo de adaptación con l@s peques, se han de acoger a esos niños en el horario normal. Supongo que en la mayoría de los colegios se hace, pero en los que tienen jornada intensiva en el mes de septiembre, es raro que te dejen hacerlo.

Otro "matiz" que veo es que el horario debería ser el mismo durante los días que dure el periodo de adaptación. Me explico: si hay tres días de adaptación, con una hora y media, que sean los tres días a la misma hora. Esto facilitaría la organización de las familias.

En mi caso, al estar de baja por maternidad y coincidiendo con días libres que tenía Delfín, hemos podido ir y venir, acompañando a Delfinete a conocer su nueva clase y su nueva profe. Pero es verdad que ha sido un engorro ir dos días de 9 a 11, otro día de 11 a 13, otro 3/4 de hora  ...  En eso si que he notado que Delfinete no tenía del todo claro en qué momento nos íbamos al cole.

El que más ha sufrido este vaivén de horas ha sido Unai, que entre idas y venidas a diferentes horarios se le ha cambiado el suyo y está muy enfadado con la vida en general. 😄

El motivo mas importante que veo para hacer la adaptación es tener en cuenta las necesidades emocionales de l@s peques en este primer proceso de "hacerse mayores". ¡Es que son muy pequeños!

A ver, que no va a pasarles nada si no lo hacen, en general no se van a traumar a la larga, pero si podemos hacer bien las cosas desde el principio y podemos acompañar desde la tranquilidad este cambio pues mucho mejor.

Es un momento único para ellos, como debería ser para nosotr@s como madres y padres.

Por lo que el periodo de adaptación me parece genial que se haga siempre y cuando las familias puedan hacerlo. Y partiendo de la base de que debemos tener en cuenta el proceso por el que pasan los peques.

Por cierto, me gustaría saber la opinión de las familias que me leen, ¡¡ sobre todo las de las profes !!

Gracias a todas y todos los maestros que con amor, alegría y muuuucha paciencia afrontáis el inicio de curso que puede ser pelín complicado. 💋

¡Ánimo a tod@s con el inicio del nuevo curso escolar!

Buen fin de semana.









jueves, 14 de septiembre de 2017

Bienvenidas Experiencias: la experiencia de Leti

Mis dos maternidades inolvidables 💜💙

Soy mamá de dos tesoros. Primero mi niña Emma y después me vino mi niño Joel, dos terremotos que me vuelven loca 😜 

Os voy a contar cómo fue para mí las maternidades ... algo inolvidable.( A parte que yo desde peque soñaba y jugaba mucho con los bebes porque me apasionan ). 

Comenzó el 2011 , decidimos quitarnos el anticonceptivo y enseguida me quede embarazada ( un embarazo horrible lleno de vómitos , ascos y rematamos con diabetes gestacional ). 

Mi niña llega el 4 noviembre, nació en la semana 36,4  ( algo prematura ) pero nació por parto natural y muy formadita. Desde ese momento que me incorporé y me la puse en el pecho mi vida cambió por completo, supe lo que es amor incondicional, el día a día con ella en brazos , noches en vela las dos mirándonos , sus sonrisas... pocos lloros la verdad , los cambios que daba cada mes , comienzo al gatear , comenzar el escuela tan chiquitita con 7 meses , sus papillas , purés y comienzo andar para mí la maternidad ( a lo que me refiero el primer año ) fue lo más bonito que me a pasado en la vida junto con la de su hermano ( fue una maternidad diferente) .

Emma es una niña tan bonita y tan buena que a veces paraba el tiempo !!! 

Ya teniendo Emma camino de dos añitos , tuvimos un medio fallo con el anticonceptivo y me entero de que estoy embarazada otra vez ( sorpresa porque queríamos esperar a que Emma entrara al cole , bueno pensamientos que hacemos las parejas ...) .

Te mentalizas de que vas a tener tu segundo hijo. El embarazo viene igual de mal ( vómitos , ascos , reposo absoluto, diabetes gestacional 😱 ) se te quitan las ganas de más con estos embarazos !!! 

Mi niño llegó el 13 de julio , en la semana 35,2 ( prematuro ) por parto natural también y la vida me vuelve a cambiar radical ( mamá de dos y seguiditos ). 

En el momento que me incorporé y me lo puse en el pecho me pasó lo mismo que cuando mi niña, volver a sentir amor incondicional. 

Pero la maternidad de mi niño fué diferente ( como bien digo me refiero al primer año ) porque ya son dos , por que mi niño estuvo ingresado en neonatos dos días ( os haré otro artículo sobre que se siente cuando te dice tu niño ingresa en neonatos ) pero siempre algo inolvidable. 

Todo el día en brazos , esa sonrisa que hasta el día de hoy la tiene , esas noches, pocas pero alguna en vela , ese comienzo de gateo , esas papillas , purés , comenzó a andar tan temprano con 8 meses , el momento en que le pusieron un casco para corregir su pequeña deformación de cabecita ( que fueron unos meses ) pero un campeón no se quejaba nada de nada ..... y todo en general !!! 

Para mí las maternidades han sido inolvidables y lo mejor que me ha pasado, hoy por hoy pararía el tiempo y volvería a ese primer año de cada uno porque han sido lo mejor, con sus cosas buenas y malas, pero para mí han sido más buenas que malas 💜💙💜💙💜 

Los quiero con locura y no sabría vivir sin ellos, pero ahora están más mayorcitos y para mí todo es más difícil y más saturante . 

Ahora a veces necesito mi tiempo de lo saturada que estoy y antes cuando eran bebés  me daba igual mi tiempo !!! 

Si que es verdad que cada etapa tiene su esencia ... pero la mía es el primer año sin duda !!!! 




lunes, 11 de septiembre de 2017

Reflexiones sobre la pareja

En estos días he tenido que escribir una dedicatoria a mis tíos por sus 26 años de casados.

Ha sido algo fácil porque les tengo mucho cariño y aprecio. Pero también me ha dado en que pensar.

¿Llegaremos nosotros a celebrar nuestros 25 años de casados? ¿Seremos felices juntos? ... ¿Estaremos juntos?

De momento, llevamos diez años juntos, 4 de casados y estamos felices.

La vida en pareja es complicada. Es muy bonita, es muy interesante pero es complicada.
Y se hace más complicada aún con la llegada de los hij@s.

Hemos tenido que volver a enamorarnos y reencontrarnos.

Asumiendo nuestros papeles de mamá y papá, en mi caso a veces olvidé que seguíamos siendo pareja.

Cuando estoy en casa, desbordada por diversas causas, llámese llantos, berrinches, cosas por hacer y sin poderme duchar,tener a tu lado a alguien que lo hace más llevadero es fundamental.

He de reconocer que yo no lo pongo fácil.

Siempre he sido difícil de entender, porque de puertas para fuera puedo ser muy comprensiva pero en cuanto a relaciones afectivas se refiere puedo llegar a ser un caos.

Pero ahí está el guapo de mi chico para: 

-animarme cuando estoy con la moral baja.

-hacerme reír cuando estoy enfadada.

-decirme que nada dura para siempre y que si se acaba no es el fin.

-apoyarme tantas y tantas veces me en los duros momentos.

-centrarme cuando me me lío.

-ver nacer a nuestros dos hijos.

-poner valor a los momentos con mas miedo.

-decirme en dos ocasiones : ¡ya está aquí, empuja un poco mas!

-enseñarme que para enfrentarse a este mundo hay que confiar en uno mismo.

-recordarme que quererse es lo mas importante.

-aguantar mis cambios de humor, mis manías y mi cabezonería.

-acompañarme en el crecimiento de niña a mujer.

-ponerle a la vida la misma dosis de caos y de alegría.

-decirme mil veces: los Juegos del Hambre 1 no que la hemos visto un montón de veces.

E infinidad de cosas mas.

No sé si nosotros llegaremos al vasallaje de los 25, no sé como será entonces la arena en la que nos toque jugar, no se contra qué tributos nos tocará luchar, ni en qué distrito estaremos.

Solo sé que lo vivido hasta ahora ha sido precioso, intenso, difícil y divertido.

Que en estos diez años hemos crecido juntos, formado una familia y hemos vivido disfrutando.

Y que sin el apoyo mutuo, nada habría sido igual. 

Ahora, sobretodo con respecto a la educación de los hijos, es cuando mas discusiones puede llegar a tener una pareja.

Es difícil cuando uno piensa una cosa y el otro piensa la contraria.

Además cada uno lleva su "mochila"  de experiencias, de vida, que mucho tiene que ver con la manera en que nos han educado y como hemos vivido nuestra infancia.

También, en cuanto a hij@s se refiere, a las madres nos sale un instinto animal, algo innato en nuestro ADN que nos hace "creer/pensar" que todo lo que les concierne se tiene que hacer a nuestra manera. 

Generalmente, es cierto que "el peso" (en el buen sentido de la palabra) mayormente suele recaer en nosotras. Supongo que mucho tiene que ver la gestación, esos nueve meses que llevamos a nuestr@s hij@s dentro y los primeros meses de vida, en los que el bebé pasa casi todo el día en brazos de la mamá. 

Yo tengo muchas diferencias con Delfín. Muchas. Pero muchas. 

A veces pienso que cada día que pasa mas. 😆

Es por eso por lo que últimamente tenemos que hablar mucho. 

Esto lo estamos poniendo en práctica cada día mas y mejor. Aunque a veces es muy difícil expresar lo que uno siente. 

A mi me cuesta mucho pedir ayuda, y como no la pido, a veces desbordo. 

Estoy intentando solucionar esto. 

Una de las cosas que mas me ha ayudado a conocerme y entenderme mejor ha sido hacer terapia. 

Así he podido profundizar en mis emociones, reconocerlas, expresarlas y sacarlas a la luz. En definitiva gestionarlas. 

Esto me ha ayudado mucho tanto a nivel individual como a nivel de pareja. 

Muchas veces, inmersos en el frenético mundo en el que vivimos, en el día a día no nos da tiempo a pararnos y escucharnos. Tampoco a disfrutar de nuestra vida como pareja. 

Como ya lo he contado en alguna ocasión, el postparto de Delfinete fue difícil. Sin el apoyo de Delfín, hubiese sido apocalíptico 😞. 

Ahora, después de un tiempo lo veo de manera diferente y pienso que si hubiese hablado mas, si hubiese contado mas, si me hubiese "permitido" tiempo para mi en vez de exigirme tanto, si no me hubiese olvidado tanto de la relación de pareja y quizá, si hubiese tenido otro tipo de parto (otro post) el puerperio de Delfinete habría sido diferente. O quizá no y es por lo que nos toca pasar las primerizas. 

En definitiva, de todo se aprende. Cuando me quedé embarazada de Unai, tenía claro que cosas no quería que me volvieran a pasar. 

La experiencia es un grado. 

Y una de esas cosas era la de no olvidar de cuidar esa parte de nuestra de vida, de nosotros como pareja. 

Es muy difícil, el ritmo de vida, el trabajo, los niños ... y las diferencias que asaltan en el camino. 

Pero al menos, soy consciente de ello. Y procuro recordármelo. 

Siempre hay cosas a mejorar, por supuesto. Día a día se aprenden cosas nuevas. 

Con respecto a la educación de los niños, puede que sea el tema con el que mas discrepemos, he estado muy a la defensiva. Y mas de una vez, Delfín me ha "llamado al orden" recordándome que somos un equipo y que sin consenso no hay acuerdo, que la educación de nuestros hijos es cosa de los dos. 

La verdad es que cuando conoces al que sin saberlo será el padre de tus hij@s no se habla de cuestiones tan importantes como la manera educar, el tipo de crianza ... 

Al principio son todo buenas intenciones pero claro, la teoría no es lo mismo que la practica y ponerse de acuerdo dos posturas distintas es complicado. 

Por eso tenemos que hablar. Mucho no, muchísimo. 

Creo que todos los días, si no es después de comer es después de cenar hay un breve pero intenso debate sobre temas relacionados con la crianza. 

Como dice el, es verdad que a mi me ha dado muy fuerte desde que nos embarazamos de Delfinete y todo me lo cuestiono. 

Quizá descubrir que hay otras maneras de hacer las cosas, no lo que se ha hecho siempre, gustarme y creer en ellas me ha llevado a ser bastante un poco extremista en algunas ocasiones. 

En fin ... que esto de la maternidad en realidad es la caña, porque te hace crecer cada día como persona. 

A mí me ha obligado a ir a terapia para hacer un autoconocimiento y así entender mejor mis emociones. 

Lo que me ha ayudado en mi relación de pareja y con mis hijos. 

Que ha repercutido en un aprendizaje diario. 

En definitiva a estar mejor conmigo misma. 

Lo que estoy intentando día a día es saber expresar como me siento, transmitírselo a mi pareja, hablar mucho. 

A veces no lo consigo, porque me cuesta, pero me he dado cuenta de que cuando lo hago fluyen mas las cosas. 

Así que, aquí va mi pequeño y humilde consejo: hablar. hablar y hablar mucho sobre todo y de todo. 
Cuanto mas,mejor, mejor para todos. (me acabo de recordar a Rajoy y su célebre: "cuanto peor mejor para todos ..." 😆).

¡Que tengáis buena semana!
















jueves, 7 de septiembre de 2017

Hoy empiezas el cole de mayores

Y ahí estás tu, con tus dos (que no tres todavía) años y diez meses, tan pequeño y tan mayor al mismo tiempo.

Tan bonito, tan rubio y tan divertido como siempre.

Con tu nueva mochila de Spiderman a estrenar.

Con tus nuevas deportivas para correr súper rápido como Gatuno de los Pijamask.

Con tu carácter extrovertido y con tu lógica aplastante.

Ay Delfinete, hoy empiezas el cole de mayores y estoy muy orgullosa, y contenta, y nerviosa, y preocupada y feliz.

Todo, a partes iguales.

Orgullosa porque comienzas una nueva etapa. Empiezas tu camino. Te enfrentas al cole de mayores. Ya no vas a ser de la clase de los grandes como en la guarde. Ahora perteneces a los pequeños de esa inmensa escuela, con tantas personas a tu alrededor.

Contenta porque sé que va a ser una etapa especial para ti. Porque aunque puede que aparezcan los miedos por la separación al principio, en cuanto se disipen, vas a disfrutar los días de cole igual que disfrutabas de la guarde.

Nerviosa porque llega el día y no se como vas a reaccionar. Nerviosa por no contagiarte mis nervios.
Y si, nerviosa porque no sé cómo se nos van a dar los primeros madrugones y despertares.

Preocupada porque ya no estás en la guarde donde tan bien te han cuidado, donde tan bien te han querido y tan bien te han tratado. Porque la guarde para nosotros ha sido como una extensión de nuestra casa. Tan fácil, tan protegido, tan divertido.

Y feliz. Inmensamente feliz porque estás creciendo, como tu dices. Me haces muy feliz hijo, aunque a veces sea difícil entendernos.

Ahora toca hacernos a una nueva rutina. A unos nuevos horarios. A un@s nuev@s profes (no se si entiendes que ya no va a estar tu querida Espe). A una nueva clase y a un nuevo patio.

¡Cuanta cosa nueva! ¡Que emocionante!

Ya no serás de la clase de las Estrellas, ahora irás a Infantil 3 años "A" o "B". Jo, que serio suena eso. Con lo que mola ir a la clase de La Luna y lo bonito que suena Casa de Niños.

Delfinete que te haces mayor, mi niño. Que estás creciendo tan rápido que ya me rebates en las conversaciones que tenemos.

Tu que decides qué zapatillas quieres comprarte y qué camiseta ponerte (aunque llevemos varios días seguidos con la de los Superhéroes).

Me parece tan importante que decidas y lo hagas por ti mismo.

¡Madre mía! ¡Qué rápido han pasado estos casi tres años!

Todavía me acuerdo de tus primeros logros.

Recuerdo perfectamente el día en que comenzaste a gatear, en la playa con los yayos.

De tu primer chichón, de tu primera caída.

De tu primera palabra, que como no iba a ser ¡TETA!

O el día en que te soltaste a andar, delante de familia y amig@s en tu primer cumpleaños.

Porque así eres tu. Espontáneo, sin vergüenza (y que no la tengas nunca hijo), extrovertido y alegre.

Cariñoso. Exigente. Tenaz (y un poco cabezón). Curioso, hablador y divertido.

Serás muchas cosas en tu vida mi amor. Pasarás por muchos estados de ánimo.

Hoy me regalas besos y abrazos, y me pides que te haga cosquillas para dormirte. Que te arrope con la sabana aunque haga calor. Que te lleve agua en mitad de la noche. Que juegue contigo.

Y llegará el día en que no hagas nada de esto, por lo que voy a disfrutar de cada momento contigo (esto queda muy bonito pero cuando discutimos no lo disfruto nada 😄).

Hoy empiezas el cole de mayores y eso significa que estás creciendo.

Y lo mejor de todo es que estamos creciendo juntos.

Ánimo mi vida, a por ésta nueva experiencia.













Bienvenidas Experiencias: la experiencia de Noe.

Hoy en "Bienvenidas Experiencias" nos cuenta su experiencia Noe, una mami valiente por contar su historia.

Qué bonitas palabras y duras a la vez.

Muchas gracias Noe por compartirlo en el blog.

Mi maternidad.

Siempre tuve claro que quería ser madre, desde muy pequeña todo lo relacionado con la maternidad llamaba poderosamente mi atención, y de ahí también que escogí mi profesión, precisamente movida por mi instinto.

Tomamos la decisión de ser padres después de una relación basada en el amor y la confianza de muchos años de noviazgo, y casi sin darnos tiempo a pensarlo dos veces…. Pum ya estaba embarazada!!!!! Que fácil!!!

El embarazo fue aún mejor de lo que hubiera imaginado, nada de náuseas, ni mareos, ni ardores… Nada de nada, me sentía gloriosa! Pero siempre tuve un miedo atroz al parto… Y mis miedos se convirtieron en una pesadilla…. Horas de parto que intenté aguantar en casa para estar en el hospital el menor tiempo posible, hasta que decidí que con contracciones cada 3 minutos ya era hora de ir y tenerlo fácil… Que ilusa!!! Resultó que no había dilatado nada de nada y con palabras que despertaron aún más miedo ( algo no va bien) me dejé hacer…. ( me rompieron la bolsa, me rasuraron, me llevaron a hacer una prueba que ni siquiera sabía en qué consistía pero me decían que no se me ocurriera moverme…) todo sin contar absolutamente en nada conmigo… era tan vulnerable y tenía tanta desinformación que simplemente me dejé en sus manos. 

Finalmente todos los médicos se reunieron en la misma sala donde yo estaba y hablando con palabras que yo no entendía decidieron practicarme una cesárea urgente para evitar sufrimiento fetal. 

Y ahora viene para mi lo más duro de todo, me separaron de mi pareja con nuestro miedo en los ojos… y mi precioso Hugo nació perfecto, pero ni siquiera pude cogerle en mis brazos, alguien en un momento tuvo el detalle de decirle a la enfermera que antes de llevárselo me dejaran darle un beso…. 
Mi pequeño se enfrentaría el solo sin el calor de sus padres al mundo…. La noche más larga y dura de mi vida la viví ese día, yo sola en una sala de reanimación y el solo sin nadie… 9 horas pasaron hasta que nos reencontramos y ya nunca nadie me volverá a separar de él, eso es lo único claro que tengo en la vida…..

La vivencia de un posible segundo embarazo es otro capítulo del que hablar largo y tendido y del que seguro a muchas personas no les es ajeno….


Es liberador poder hablar de lo que nos hace llagas, porque para mi contarlo es la única forma de curarlo.


martes, 5 de septiembre de 2017

Visitas a un recién nacido:consejos

En mi blog no podía faltar este tema estrella que puede desatar alguna diferencia. Como siempre digo, escribo desde mi experiencia y mi punto de vista.

Cuando nace un bebé se crea una gran expectación al rededor de la familia.

Es un momento muy esperado por tod@s y nuestr@s familiares y amig@s están deseando conocer al recién llegado.

Una de las tantas cosas que me ha enseñado la maternidad es preguntar a las familias antes de ir a verlas al hospital.

Parece algo muy básico, algo tonto. Pero no lo es.

Yo lo aprendí en el primer parto y para el segundo ya lo tenía claro.

El nacimiento de Delfinete fue muy esperado. Primero porque era el primer bebé por parte de mi familia y de tod@s nuestr@s amig@s más cercanos y segundo porque ya pasaban nueve días de la fecha probable de parto y se estaba haciendo de rogar.

Así el mismo día que di a luz, esa misma tarde la habitación del hospital estaba a reventar de gente. Familiares, amig@s, conocidos ...

Se agradece mucho que tu gente quiera conocer a tu bebé pero para algunas mamis no es el mejor momento.

Después de un parto, por muy bueno que sea, estás cansada y lo único que quieres es tranquilidad y disfrutar de ese periodo (o pasarlo lo mejor que puedes).

Pues lo que menos tiene una mamá después de dar a luz, es eso tranquilidad.

En mi caso, después del primer parto,me encontraba en la cama agotada, tumbada encima de unos empapadores de plástico, con unas braguitas horribles de malla y una compresa extra grande que se movía para todos los lados. Todo esto para recoger la sangre (loquios) que has de expulsar después del parto.

Y ahí estaba yo con todas esas cosas, sin ducharme y mi camisón de hospital, disimulando e intentando que la sangre no se viera delante de tanta visita.

Además tenía unas sensaciones desagradables por el cuerpo. La zona perineal estaba dolorida. Con agujetas de empujar. Con los puntos en una zona muy delicada. Y con un bajón de hormonas de la leche.

A todo ello se ha de sumar un bebé que tiene que aprender a cogerse bien al pecho y una mamá inexperta en temas de lactancia.

Y allí, en un momento determinado de la tarde había sin exagerar unas diez personas en la habitación y otras tantas en el pasillo.

Locura máxima. Recuerdo hasta los comentarios de gente que sin haber tenido hij@s me decía como poner al bebé a mamar.

En fín ... me sentía mal, estaba triste y solo quería paz y tranquilidad, solo,quería a mi chico y a mi madre en aquella habitación.

De verdad que agradecí las visitas pero las hubiese disfrutado mas en otro momento.

Y la cosa no acaba ahí. Una vez en casa, en cuanto llegamos ya había gente esperando para ir a vernos.

Y a partir de ese día y durante los dos primeros meses visita tras visita.

Esto era algo inevitable. Tod@s querían conocer al nuevo miembro la familia pero para una madre triste, qué perdió toda la confianza en sí misma en el parto y que le daba miedo quedarse sola los primeros días con su bebé pues no me sentía a gusto con nadie en casa.

Para el segundo parto ya aprendí. Desde el primer momento dije que en el hospital no quería visitas más allá de la familia cercana. Lo hice saber a los demás y mi marido se encargó de difundirlo.

Cierto que con Unai, al tener una parto mejor y encontrarme genial bien después de el, los primeros días fueron mucho más fáciles.

Aún así, sabiendo de lo que va el asunto, las primeras visitas en casa me agobiaron mucho.

Sobretodo porque la mayoría de las personas, con toda su buena intención, tienen horarios de no hij@s y yo estaba deseando quedarme sola para "descansar".

¡Espero que mis amig@s y familiares no se enfaden por esto que estoy contando! 😅

Dicho todo esto, os dejo varios consejitos para la hora de visitar a una familia con un bebé:

1. Infórmate si la familia quiere tener visitas en el hospital.

2. Si es así, la visita cortita, en horarios adecuados y dejando en paz al/la peque y más, si está dormid@.

3. Si la familia no quiere visitas en el hospital RESPETALO.

4. Si les visitas en su casa, igual que en el hospital, breve, respetando los momentos de descanso y de comida del bebé y de la mamá.

5. Abstenerse comentarios insulsos y opinologías sin fundamentos del tipo: "ese bebé se queda con hambre"/"no lo cojas tanto en brazos"/"¿otra vez le vas a dar teta?" ooooo "¡te has quedado muy gorda después del parto!" ...  En fin ... sin comentarios ...

6. Ten un detalle con ell@s, no hace falta que sea material: lleva algo de comida, recoge lo que se halla ensuciado, entretén, si hay, al herman@, preguntales si necesitan que lleves algo o hacer algo de compra, tirar la basura... se pueden hacer tantas cosas...

7. Avisa y pregunta SIEMPRE antes de ir a verlos.

8. Esto es algo ya personal mío. Si hay un herman@ mayor y lleváis regalo para el bebé, regalarle algo también a el/ella. No cuesta nada, un detallito y lo agradecerán.

Sobre todo aplicar el sentido común. Tened en cuenta que es una situación nueva, en la que un bebé recién nacido tiene que aclimatarse a un nuevo mundo, sus papás tienen que conocerle y necesitan tranquilidad y descanso.

Cada familia es un mundo. Algunos querrán tener las visitas en el hospital y estar mas relajados en casa y otros preferirán lo contrario.

Así que tomad nota: antes de visitar a un recién nacido preguntar antes a la mamá y al papá.


















lunes, 4 de septiembre de 2017

Planes con Peques: Cañada Real Open Center

Este fin de semana hemos visitado La Cañada Real Open Center, un centro de acogida para animales que por diferentes motivos no pueden volver a su hábitat natural.

Situado en Peralejo, El Escorial, acoge flora y fauna diferentes, propios de la Sierra de Guadarrama y de la Península.

Allí vive Nicolás, un buitre leonado que sufrió un disparo en el ala, por lo que ya no puede adaptarse a su hábitat y vive en semi libertad en el centro.

Podemos ver jabalís, cerdos, burros, ciervos, lobo, diferentes rapaces y aves, cabras, gamos ...

Y vegetación típica como robles, encinas, plantas aromáticas, zarzamoras, rosales ...

El recorrido es de dos kilómetros aproximados, se hace andando, siguiendo la senda señalizada. A pesar de que el camino es llano y bastante adaptado, creo que se puede hacer un poco dificultoso acercarte a ver los animales si vas con carro (nosotros fuimos porteando al peque), aún así es asequible.

La mejor época para visitarlo es en el mes de octubre.

La visita se puede hacer con guía o sin el. En cada recinto hay carteles explicativos.

Nosotros tardamos dos horitas mas o menos en hacer la visita contando con un peque de casi 3 años muy curioso. Le gustó mucho ver a los diferentes animales y poder darles bellotas que cogimos en la entrada.

Si vais en época de calorcito, recordar llevar gorra, agua y algo para picotear.

El pueblo de Peralejo está justo enfrente del centro, cruzando una carretera. Se puede dejar el coche en el mismo parking y cruzar para comer en los diferentes restaurantes.

Cerquita y cómodo para ir con los peques. Una buena opción para pasar un buen día en familia, viendo animales y aprendiendo sobre naturaleza.

En el enlace tenéis toda la información en su página web.