Inauguramos la sección "Bienvenidas Experiencias" con N. mujer y mami de tres que ha querido compartir su experiencia con nosotr@s.
¿Os he dicho ya que admiro a las mamas de familias numerosas?
Muchas gracias N. por compartir un poquito de tu historia con nosotr@s y abrir esta nueva sección del blog.
¿Os he dicho ya que admiro a las mamas de familias numerosas?
Muchas gracias N. por compartir un poquito de tu historia con nosotr@s y abrir esta nueva sección del blog.
¿QUE ES
LA MATERNIDAD PARA MÍ? ¿COMO HA CAMBIADO MI VIDA?
Es una pregunta que desde que tuve a los
mellizos me hace mucha gente… Como si ser madre de varios niños te diera
poderes especiales y la clave para ser una buena madre… En realidad nunca tengo
una respuesta, ni siquiera soy capaz de dar consejos… Me limito a contar mi
experiencia y que cada uno tome sus decisiones.
Para mi
la maternidad ha sido un torbellino, una montaña rusa de la que no puedo
bajarme y en la que seguiré montada el resto de mi vida.
Lo primero que pasa cuando eres madre es que
desapareces, desapareces como mujer y como persona, en los primeros meses esto
no te importa, por lo menos en mi caso, por suerte las hormonas no jugaron
conmigo y pude superar momentos muy complicados sobre todo con la llegada de mi
segundo embarazo. Pero pasas a un segundo plano o por lo menos eso sentí yo,
cuando ya no eres ----- si no la mamá de xxxxxx.
Mi hijo mayor fue un bebé complicado, muchos
cólicos, lloró, el pobre, hasta los 9 meses y yo con él. Decidí embarcarme en
la lactancia materna, y ni os imagináis el muro social con el que me choqué,
supongo que nos habrá pasado a todas, y a todas me refiero a las madres en
general, las que optamos por la LM (Lactancia materna) y las que optan por la
LA (Lactancia artificial) porque todo el mundo opina y todo el mundo sabe más
que tú de tu bebé. Mi hijo, que peso casi 4 kilos al nacer y ganaba una media
de 400 gr semanales, lloraba porque pasaba hambre y porque mi leche no le
satisfacía…
En fin, que me hice fuerte y decidí atravesar ese muro y seguí dándole el pecho a mi niño hasta la mitad del embarazo de sus hermanos, cuando él se desteto con 25 meses. No os imagináis la de veces que he oído, que mi teta era un chupete, que era como una droga, que ya era muy mayor, que ya tenía dientes y muelas...
En fin, que me hice fuerte y decidí atravesar ese muro y seguí dándole el pecho a mi niño hasta la mitad del embarazo de sus hermanos, cuando él se desteto con 25 meses. No os imagináis la de veces que he oído, que mi teta era un chupete, que era como una droga, que ya era muy mayor, que ya tenía dientes y muelas...
Esta fue mi primera decepción con la
sociedad, con mi entorno, que cree saber más de nuestros hijos que nosotras,
como si dándoles pecho o biberón siempre estuviéramos haciéndolo mal, y mi
experiencia es que lo importante es que la madre decida y haga lo que le haga
feliz, la lactancia es maravillosa, pero es muy frustrante y muy complicada y
tristemente no estamos todo lo preparadas que deberíamos, así que dar el
biberón a tu hijo se convierte en la opción más sana para una madre exhausta o
una madre que simplemente ha decidido que amamantar a su hijo no es lo que
quiere hacer. Creo que la mejor madre es una madre feliz y tranquila y que lo
que tenemos que hacer es ayudar y respetar con esta primera decisión a las
madres que acaban de serlo y las que están cerca de ese momento.
Ni que decir tiene que cuando decidí dar el
pecho a los mellizos, el muro se triplico de tamaño, pero esta vez ya tenía
recursos y ni siquiera me moleste en derribarlo.
Aquí fue donde me di cuenta de lo importante
que es para mi haber tenido una pareja que me apoyara, sin él, probablemente la
lactancia de mis bebes no hubiera llegado a los dos años, como la de su hermano
mayor y sin él no sé cómo lo habría hecho durante estos años. Gracias mi amor,
muchas gracias por acompañarme en todo.
Mi vida no ha cambiado, simplemente es otra.
Ahora soy madre de 3 niños, que se llevan muy poco tiempo y que acaparan casi
todas las horas del día.
Estoy agotada física y mentalmente, pero sigo
siendo feliz, aunque de otra manera muy distinta.
Mis hijos son mi prioridad y no me imagino
sin ellos, pero reconozco que la maternidad perfecta es, en mi caso, no tan
perfecta y no tan maravillosa, tengo momentos inolvidables, pero han sido 3
años muy intensos y muy duros, que han pasado muy rápido y creo que me he
perdido muchas cosas, aunque he tenido otras, porque es muy difícil dividirte
entre tantas cosas, tus hijos, tu trabajo, tu pareja, tus amigos, y vas
desapareciendo poco a poco, sin darte cuenta, porque sientes que es mejor
dedicar tiempo a los demás.
Así que creo que lo que hay que conseguir es
el tan complicado equilibrio, y cuidarnos, ponernos de vez en cuando en el
centro de nuestras prioridades, porque si estamos bien con nosotras estamos
bien con los demás, y no podemos ser ni las madres perfectas, ni las mujeres
perfectas que nos exige la sociedad. Y además yo no quiero serlo, quiero
disfrutar de mis hijos, y disfrutar de la vida, lo que implica no estar siempre
pendiente de todo, esto es muy fácil escribirlo, pero estoy en ello y espero
conseguirlo poco a poco.
Quiero que el día de mañana mis hijos sean
igual de felices que, creo son ahora y que su felicidad no pase por olvidarme
de la mía.