miércoles, 2 de agosto de 2017

Rabietas: Explosión de emociones

Ayer Delfinete estaba saltando en su cama. Le he dicho en varias ocasiones que no me gusta que salte ahí porque me da miedo que se de con las maderas (l@s que conocéis a Delfinete sabéis que es propenso a golpes y chichones). Le pedí por favor, varias veces, que dejara de saltar y su contestación fue: mamá, yo quiero saltar. Lo dijo tan seguro de sí mismo y con tanta convicción que me dije: si lo que quiere es saltar, no puedo negárselo. Es un niño de dos años en pleno desarrollo, muy movidito por cierto, y si tiene la necesidad de saltar,pues que salte. Pero con seguridad. Así que se me ocurrió que le podía comprar una cama elástica de esas individual. Y por Wallapop encontré una.
Hoy hemos ido a por ella y todos tan contentos porque ya podía saltar. 

Os cuento todo esto para poneros en antecedentes. 

Cuando hemos llegado a casa y ha visto la cama elástica se ha enfadado porque era muy baja y pequeña (supongo que la foto que le enseñé no tenía nada que ver con lo que se imaginaba en su mente). Lloros y gritos. 

Se ha empeñado en dar la vuelta a la cama elástica pensando que se haría mas alta. Como era de la misma altura han venido una serie de catastróficos intentos por intentar convencerlo para ponerla bien y saltar. Pero no. Mas lloros y gritos. 

Esa cama es muy baja para las expectativas saltimbanquis de mi hijo. Me decía que el quería una cama elástica super nane, con así (con un arnés, y se tocaba la cintura) para saltar super alto. 

El siguiente intento ha sido subirme yo y enseñarle a saltar con las rodillas al pecho, a la pata coja, de rodillas ... imaginaros el percal.... Intento fallido. Cama demasiado baja para el potencial de mi hijo. Lloros y gritos. 

Con esa inteligencia, creatividad y tozudez de sus dos años , ha querido subir la cama elástica a su cama. Total, así si que sería mas alta. Y después vendría la hostia padre con chichón incluido. Le hemos dicho que no, claro. ¿Que viene ahora?. Lloros y gritos. 

Todo esto entre intensos berridos, intentos fallidos de convencimiento, mil veces "no quiero" y "no me gusta" a grito pelao y un desilusionado "no pasa nada Delfín, tu te la esperabas mas grande, si no te gusta la guardamos o se la damos a otro niño". 

Hemos sacado la cama a la terraza y cada uno a los suyo. 

Al cabo de un rato ha venido a la terraza donde yo estaba tendiendo la ropa y me dice que no podía abrocharse el pantalón. Le he dicho que lo intentara otra vez, no ha podido. Le he dicho que abrocharse un pantalón podía ser algo complicado pero que lo intentara de nuevo y lo ha conseguido. Se ha puesto tan contento que se ha subido a la cama elástica y se ha puesto a saltar. Con dos pies, a la pata coja, llamando a su padre para que lo mirara, enseñándoselo a Unai .... y así durante un rato. 

Fin de la historia. Nos gusta la nueva cama elástica aunque no sea de mayores. 

Hay veces que no puedo con las rabietas de Delfinete. A veces me superan y grito, y pierdo los papeles. también reconozco que son las menos veces e intento llegar a el antes de que estalle como una bomba. Me armo de paciencia, conecto con el, le hago preguntas acerca de lo que quiere, me pongo a su altura, le abrazo.

A veces me funciona y a veces no. 

Ya he renunciado a evitar todas las rabietas. Me he dado cuenta que solo hay dos situaciones que puedo llegar a evitar en la medida de lo posible. Las rabietas que se dan por sueño y las que se dan por hambre. Esto lo leí en algunos de los libros sobre crianza. El resto de rabietas son difíciles de evitar aunque son bastante predecibles. 

Las galletas están rotas por lo que esas no las quiere pero no hay mas. Rabieta. 

La camiseta de los super héroes está para lavar y es la que quiere ponerse. Rabieta. 

Le he ofrecido unas galletas en vez de otras. Rabieta. 

Le he puesto a hacer pis en el orinal pero lo quiere hacer en el WC, no llega y se mancha los calzoncillos. Rabieta.

No puede conducir el coche. Rabieta.

Ha ido a saltar y se ha caído. Chichón y rabieta.

En fin, así un montón de situaciones.

Situaciones que a nosotros nos exasperan y no entendemos.

Situaciones que a ojos de un niño de dos años son muy importantes. Nosotros estamos acostumbrados a tomar decisiones por nosotros mismos pero los niños no, además que tampoco les dejamos que se entrenen en ello. Siempre decidimos por ellos: les vestimos y decidimos qué ropa tienen que ponerse, qué desayunarán hoy, cómo tiene que hacer el pis y cuando tiene que dejar el pañal.....no les dejamos elegir. Esto sumado a que tienen que adaptarse a nuestras prisas, que la etapa del no es muy importante para reafirmarse e ir construyendo su personalidad y que empiezan a experimentar un sin fin de emociones que no saben que hacer con ellas,deriva en un estallido de gritos y llantos. 

Pobres...que incomprendidos son los niñ@s. 

Yo intento hablar mucho con el, negociar. Intento respetar sus decisiones y dejarle una "libertad limitada". Cuando se acerca el estallido y ya no hay nada que hacer, dejo que se desfogue. Que llore, que grite, que pegue patadas a un cojín si es necesario, qe exprese esa rabia. Ahora le ha dado por pegarme a mi, no me gusta que lo haga, se lo hago saber y no se lo permito. Ni a mi, ni a nadie. Yo creo que lo entiende, creo que en realidad no quiere pegarme, ni hacerme daño. Entiendo que está aprendiendo a gestionar sus emociones, pero le corrijo y aquí, tengo que reconocerlo, tengo que poner limites mas firmes. 

Creo que es necesario que desfoguen, que dejen salir todas las emociones. Que lloren de rabia, que sientan injusticia (aunque no sea mas que por una galleta), la frustración, la desilusión. Que aprendan a reconocerlas.No solo las buenas, que es muy fácil. Estar contento mola. Si no las emociones que solemos llamar negativas. Que para nada lo son. Hay que saber reconocerlas y gestionarlas. 

Pero esto para un niño de dos o tres años es difícil. Lo es para mi que tengo 29 ... y sigo luchando por no dejarme dominar por la rabia cuando mi hijo está en plena rabieta. 

Desde aquí os recomiendo echar un ojo al post de los libros por si os pueden echar una mano en esta etapa tan intensa, a mi me han venido genial. E informaros sobre la disciplina positiva. 

Con esto no quiero decir que soy un As resolviendo esas situaciones con mi hijo. Ni de coña, ojalá nunca perdiera los papeles. Ojalá siempre fuera como Mary Poppins que tenía una solución para cada momento y sin levantar la voz. Si reconozco que tengo muchas mas herramientas que antes pero a veces no me sirven.

Los niños son muy intensos. Mi chico dice que siempre intento excusar al niño cuando hace algo malo o tiene un mal comportamiento. No le excuso, simplemente intento saber que pasa por su cabeza para que haga esto o lo otro. 

Siempre, detrás de un "mal comportamiento" hay algo. Hay un niño que quiere llamar nuestra atención, que se siente mal, que necesita estar con nosotros. 

Con los niños siempre hay que intentar ver mas allá de lo que hacen. Lo están haciendo por algo. Lo están haciendo para conectar contigo pero no saben como. 

Con lo difícil que es el tema de las emociones. Hasta ahora era algo desconocido, de lo que no se hablaba. Niñ@ mal@, niñ@ buen@. No había mas. Ahora se está empezando a hablar de la inteligencia emocional. se conoce, se estudia y se trabaja. Es fundamental. 

Yo no quiero que el día de mañana mis hijos tengan problemas para gestionar la rabia, para saber reconocer que necesitan ayuda o para tener una autoestima alta. No quiero que a ellos les pase como a mí. 

Por eso intento acompañarles en sus momentos difíciles como son las rabietas A veces lo consigo, a veces no, pero siempre aprendo. Y algo que me han enseñado ellos es a pedirles perdón. Creemos que por ser niños no se lo merecen y es todo lo contrario. Debemos enseñar con el ejemplo. 

Los niñ@s son seres especiales, únicos. Que se están formando como personas. Íntegros y nobles. Muchos mas nobles que los adultos. Mucho mas emocionales, viven en la emoción. Están alegres. Están tristes. Lloran. Rien. Tienen hambre. Tienen sueño. Quieren. Sienten. 

Debe de ser difícil ser niñ@ en este mundo de adultos. 












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