miércoles, 13 de febrero de 2019

¡Hola de nuevo!

¡Hola! ¡He vuelto! últimamente he pensado mucho en volver a escribir, el cuerpo (y la mente) me pide volver a hacerlo. Así que aquí estoy, aprovechando un rato antes de irme a la reunión de colegio de Delfinete. 

En este tiempo que no he escrito he hecho un montón de cosas, hemos tomado decisiones como familia, me he seguido formando, entro y salgo de nuevos proyectos y soy mas feliz. 

En una de las ultimas formaciones que hice sobre Disciplina Positiva reflexionamos sobre la maternidad consciente. 

En esta vida tan frenética no somos conscientes de como nuestros actos, nuestra forma de hablar, el tono que utilizamos,las palabras que empleamos ... van calando en nuestras hijas e hijos. Ellos son esponjas, lo absorben todo.   

Nuestra forma de reaccionar ante situaciones de conflicto con nuestros hijos será la manera en la que ellos gestionen sus propios conflictos. 

Si nosotras gritamos, nos enfadamos, les faltamos al respeto y perdemos los papeles aprenden a que esa es la manera correcta de hacer las cosas. 

Si les gritas, gritarán. Si les pegas, pegarán. Si les "enseñas" a través del miedo, de la superioridad, del "por que lo digo yo y punto" ... estarás creando pequeños monstruos.

Menuda responsabilidad ¿¡eh!? , ¿te habías parado a pensarlo?. Si esto te ha removido, es porque hay algo que quieres cambiar. 

Si queremos que nuestras niñas y niños sean respetuosos, buenas personas, sepan dialogar ... enséñales con hechos, actuaciones y palabras. 💖

Estamos a tiempo de cambiar la forma en la que criamos a nuestras hijas e hijos. Como crezcan durante su infancia, las habilidades que adquieran, las personas en las que se vayan convirtiendo serán las futuras personas, los futuros adultos que habiten el planeta. 

Así que, mucho cuidado con como tratamos a nuestras niñas y niños, tenemos un tesoro en nuestras manos. 










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